Una Constitución que enfrentó a los bolivianos

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Los acontecimientos de “Octubre Negro” de 2003 por la denominada “Guerra del Gas”, cambiaron el pensamiento de los bolivianos, quienes demostraron estar cansados de un régimen político que solo era de beneficio de pocos. Es así que tras la transición de Carlos Mesa y luego Eduardo Rodríguez Veltzé, el pueblo apuntaría a un líder campesino para transformar el país.

Ese líder llamado Evo Morales para muchos sería la esperanza del cambio, sin embargo, el tiempo mostró contradicciones en el plano político. Tras su ascensión al poder llevaría adelante proyectos ambiciosos de reformas, para ello, la clave sería elaborar una nueva Constitución Política del Estado (CPE) que se adecúe a las nuevas intenciones gubernamentales, hecho que sería teñido con sangre y tendría a Oruro como el lugar histórico para su aprobación.

El 6 de agosto de 2007, la Asamblea Constituyente cumplió un año, pero sin tener en mano un solo artículo de la nueva CPE. A mediados del mismo mes, los asambleístas eliminan la discusión de “Sucre la capital plena”, hecho que derivaría en disturbios. A partir de ese momento se viven jornadas violentas, se suspenden en reiteradas veces las sesiones de la Asamblea.

Tras el perjuicio, el 22 de noviembre de 2007, la Asamblea decide deliberar en un recinto militar, pero solo con 145 asambleístas de 255. Dos días después se registra el primer muerto, producto de los disturbios violentos y se aprueban informes de 21 comisiones. “A mano alzada” 136 de los 138 constituyentes que estaban en ese momento, aprueban dicho documento. El Movimiento Al Socialismo (MAS) convoca a una confrontación ya que la pugna dividió al país. Seis departamentos de nueve, entran en una huelga en contra del Gobierno, pero la acción fue ignorada por el oficialismo.

Para evitar mayor retraso en la aprobación de la nueva CPE, con apoyo del Comité Cívico de Oruro liderado por Marcelo Elío y Jorge Vela, el Gobierno determinó llevar adelante ese objetivo en la ciudad de Oruro, donde tras sesiones maratónicas se aprueba el proyecto de CPE el 10 de diciembre de 2007, en medio de una fuerte presión política y el cerco que hicieron varios sectores sociales afines al Gobierno.

En esa oportunidad los periodistas tuvieron muchas dificultades para el trabajo de cobertura, siendo hostigados con piedras y látigos para que se retiren del lugar. Solo unos cuantos tuvieron la fortuna de ingresar a las sesiones que se desarrollaron en el Centro de Convenciones de la Facultad de Ciencias Económicas Financieras y Administrativas (Fcefa) de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), situado camino a Vinto.

Los festejos serían en la ciudad de Oruro, con una caravana que se realizó desde el lugar de reunión, hasta la Plaza 10 de Febrero. Elío en aquella oportunidad justificó que Oruro debía ser escenario para la refundación del nuevo Estado boliviano.

Dos días después Santa Cruz preparó el camino autonómico y establecería su propio estatuto.

En esa oportunidad, era asambleísta por la agrupación Podemos, Boris Medina Campuzano, quien participó de los acontecimientos. Tras varios años, recordó ser protagonista opositor de aquel acontecimiento.

“Fue una imposición, mediante voto consigna, aprovechando la mayoría masista y la de sus aliados en ese momento, todo se desarrolló bajo la ‘mecánica’ del levantamanos. Virtualmente no hubo discusión de contenidos”, dijo.

“La Constitución actual, vigente, no es la que se aprobó en Oruro, porque del contenido de esa aprobación, en el Congreso Nacional en La Paz se cambiaron más de 150 artículos y fue con participación de parlamentarios, convirtiéndose en Congreso Constituyente. Desde esos días, en Bolivia se han aprobado varias leyes marco que responden a la nueva Constitución, pero la observación más fuerte es que a la fecha, el propio Gobierno incumple “su” propia Constitución, rechazada por toda la oposición en el Referéndum Constituyente, donde perdimos en votos”, afirmó Medina.

Fuente: LA PATRIA