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Sábado 08 de marzo de 2014

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No lo acepto

08 mar 2014

Fuente: lametafisica.com

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Para ser positivos, triunfar en todo lo que hagamos, preponderar con el bien sobre el mal, dominar situaciones adversas, salir airoso de momentos desagradables, conozcamos la verdad. Jesús dijo conoce la verdad y la verdad te hará libre, pero ¿Cuál es esta verdad y cómo lograr que impere? La verdad es la armonía, la justicia, lo correcto, aquello que nos hace bien a todos y se consigue negando aquello que no es la verdad. Debemos decir: “No lo acepto” a todo aquello que no sea la verdad. Cuando una cosa está mal hecha, alguien te haga algo que no te gusta, es injusto, te ofende, perjudica, te conflictúa, te pone en inarmonía no hay porqué aceptarlo ni por vergüenza, ni por el qué dirán. Di: “No lo acepto”, pensando que la verdad es que tu verdadero ser, que es tu “Yo Soy” es perfecto, es amor, perdón, armonía, justicia, alegría y salud. Para el mejor funcionamiento de nuestras vidas en general, pongamos en práctica el “No lo acepto” y recordar siempre este recurso tan importante que hace magia. Hay personas que con todo el amor y entusiasmo, planifican un evento, fundan una empresa, quieren realizar un asunto, se meten en un negocio y debido a situaciones inesperadas que surgen, inconvenientes creados por los demás o por ellos mismos, falta de planificación, alteración de programas o decisiones mal tomadas imprevistamente ponen el asunto, la empresa, el evento o sus planes en peligro con amenazas de venírseles todo abajo y dócilmente, pasivamente, silenciosamente, aceptan todo el desastre que se les viene encima y como no reaccionan, se les olvida decir “no lo acepto” y no se declaran en contra del desastre y no afirman buscar o querer encontrar una solución, pierden millones invertidos, destruyen ilusiones, se les hunde el barco y así de brazos cruzados en el fatalismo depresivamente se quedan. Cuando todo parece perdido y que el fracaso es inminente acuérdate que puedes decir “No lo acepto”. Además de tener una actitud mental de no aceptación al fracaso, a la destrucción del proyecto, de inmediato buscarás alternativas para ver cómo sacas a flote aquello en que pusiste tantas energías. Hay cosas que uno hace y no son armoniosas, no benefician a nadie, son destructivas y es mejor que desaparezcan, pero si eso que deseas hacer o estás haciendo beneficia a los demás, es constructivo, no tiene odio, crítica ni maledicencia, vale la pena que lo salves y si está amenazado de desparecer, haz todo lo que este a tu alcance por salvarlo y di: “No lo acepto”, habla, defiende, argumenta, muévete, busca aliados y sálvalo. Que eso es de Dios. Hay seres que dicen tener al maestro a su lado, mandan a los demás a revisarse sus defectos, dicen cortar con la mentira en que estaban sumidos, acusan a los demás de no evidenciar las enseñanzas que predican, señalan a la gente de tener personalidades exaltadas, acusan de infantes a los demás, les molesta que otras personas lleven años en algo, que sean famosos, que dirijan, que escriban y tengan magnetismo personal. No saben que por más impersonales o superados que se crean en ayuda personal, están llenos de odio, rencor, traición y mentira, pero eso no importa, no es grave, se soluciona fácil, uno debe decirles a sus negatividades: “No lo acepto”. Lo importante no es que los demás tengan orgullo espiritual, se vanaglorien de sus logros, digan tener años en una empresa, que la gente los siga, que los idolatren, que se apropien de grupos espirituales. Lo importante es que si consideras que eso no debe ser, seas tú, el que no lo aceptes. Pero si andas aceptándole defectos a los demás, recuerda que, “en lo que tú piensas en eso te convierte”, “donde pones tu atención allí estas” y si andas pendiente de los defectos de los otros, te estás convirtiendo en esos defectos.

Esto es maravilloso pero más fantástico es enseñarle a la gente a decir: “No lo acepto” y que la única fuente de paz, poder solucionador está dentro de nosotros en el poder de nuestras afirmaciones, reconociendo la verdad, centrándonos en nuestro Cristo.

Fuente: lametafisica.com
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