Para las orureñas y orureños, no cabe duda que este 2014 fue el Carnaval quizá más k’encha de la historia del carnaval, dos hechos trágicos conmovieron la conciencia para esta zona del país.
La primera el día de la Anata Andina, (27/2/2014), amanecimos paralelamente con la noticia del trágico accidente de tránsito en la ruta Oruro – La Paz, donde fallecieron dos esclarecidos dirigentes de la clase obrera, provenientes de la mina más importante de estaño: Huanuni, Dn. Antonio Saravia (Pato) y Nelson Guevara (Potolo) y que hoy quedan en el recuerdo, ambos incansables hombres en la búsqueda de mejores días para los obreros y sus familias, el último de ellos coherente en su lucha y la sostenibilidad de su fuente de trabajo, comprender que la única manera de lograr sus aspiraciones como clase, es con la independencia de la clase obrera de cualquier gobierno, desilusionado con los dirigentes principales de la COB que abandonaron sus tesis ideológicas para unirse al MAS, crítico de la burocracia sindical que primero satisface sus necesidades y luego de sus compañeros, decepcionado de su actual dirigente sindical de la mina felizmente hoy vivo de aquel trágico accidente, así recordaré con cariño a “Potolo”, que se fue físicamente de nuestro lado el día de la fiesta andina.
La segunda por sus características y momento en el que sucedió el hecho, es mucho más conmovedora, sucedió el sábado de peregrinación a la “Virgen del Socavón” (1/3/2014) el denominado “desplome de la pasarela” que ya se llevó cuatro hombres de la trompeta, los que dan ritmo al baile, sin los cuales no es posible el Carnaval y la diferencia entre uno y otro baile, inmediatamente sucedido el acontecimiento dos contradicciones suceden en la vida interior de los actores primarios o secundarios, “fiesta o luto”, “alegría o tristeza”, con tristeza no es posible alegrarse sinceramente, entre estas dos contradicciones venció la hipocresía de todos, que decidieron continuar la fiesta dice para “cumplir con la Virgencita del Socavón”, sin importar el dolor ajeno.
Entre tanto se realizaba la fiesta hecho “k’aima” (sin ganas), los más se divertían al ritmo del comentario del acontecimiento, y la principal autoridad del municipio de Oruro, con muestra de fingimiento se ponía a disposición del Ministerio Público, intentando buscar culpables, cual es su característica principal.
Sin embargo, debe responder al menos con algo de sinceridad sí aún le queda las siguientes preguntas:
¿Bajo qué modalidad contrató a la empresa que armó la pasarela?, ¿quién fue el supervisor y su superior de la obra armada provisionalmente?, ¿cuándo fue el año que se adquirió la estructura y cuánto fue el valor de la adquisición?, ¿cuál es el tiempo de duración de la garantía de la estructura metálica?, ¿qué día se recibió satisfactoriamente o no se recibió el armado de la infraestructura para poner en marcha aquella pasarela?, ¿cuál es el estudio de suelos para la puesta de aquella estructura?
Pero también debe responder a las siguientes interrogantes que se hallan vinculadas a la prevención de la seguridad de la ciudadanía en la muestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
¿Se suscribió o no convenio con alguna entidad de seguridad física pública o privada, para garantizar el ingreso y la salida de la pasarela?, ¿conocen de este convenio los Concejales Municipales?, ¿cuál es la política de prevención de situaciones como las que se presentó el sábado de Carnaval?
Para el Presidente de la ACFO, a pesar de ser una entidad de carácter privado, de intereses colectivos: ¿Conocía del armado de la pasarela?, ¿participó del acto de entrega o no de la obra provisionalmente armada?, ¿por qué no advirtió de los peligros, si los hubo del armado de la pasarela?
Ojalá se esclarezcan estas dudas, por el bien del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
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