Y la ciudad quedó contaminada

Antes del comienzo del Carnaval, a través de este suplemento expresamos la esperanza de que el público local y visitante tomase en cuenta el daño que se hace al medio ambiente cuando desechamos nuestra basura en cualquier parte o peor no utilizamos el baño para hacer nuestras necesidades fisiológicas.

Tristemente muy pocas personas habrán hecho caso a los mensajes de que se cuide nuestra ciudad para no dar una mala impresión, en vano fueron colocados contenedores y baños químicos cerca de la ruta de la entrada del Carnaval, pues la gente no los usó y si lo hizo no tuvo impacto en la limpieza.

Otro hecho que tenemos que lamentar es que no haya llovido lo suficiente en la ciudad para lavar las calles y ahora, cuando se va por la ruta del Carnaval y sus arterias aledañas, se siente la fetidez dejada por las personas que hicieron sus necesidades fisiológicas en plena vía pública.

Lo triste es que ni propios ni extraños observaron la mínima regla de urbanidad, no les importó lo que tendrían que soportar los habitantes de esta ciudad y la dejaron totalmente sucia y maloliente.

Ahora, lo que queda es limpiar la urbe, los operarios de la Alcaldía ya se están ocupando de retirar las vallas de seguridad, colocadas para evitar que el público interfiera en el espectáculo que ofrecen los danzarines del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, y por la seguridad de protagonistas y espectadores, esperemos que luego comiencen a limpiar las calles, ya que el olor es insoportable.

Los ciudadanos podemos involucrarnos de dos maneras, o nos ponemos a limpiar a la par que los operarios municipales o nos ponemos a rezar para que llueva torrencialmente y de esa manera se limpie la ciudad, de esa manera podremos disfrutar nuevamente de un ambiente sano y libre de contaminación, que es parte del “vivir bien”.

Fuente: LA PATRIA