Lunes 03 de marzo de 2014
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Si bien el Domingo de Corso se mostró con la alegría, emoción, colorido y singularidad de otras gestiones, esta faceta del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, se plasmó con diferentes matices entre festejo y un poco de dolor, por la tragedia registrada un día antes.
Aunque el Sábado de Peregrinación se vive un ambiente de espiritualidad, por la devoción a la Virgen del Socavón, el domingo ya es el propio Carnaval que muestran los danzarines, a quienes se les suman personajes pintorescos que hacen mofa de la realidad, domo la Diablura Chilena del club Sogalbe, que es una sátira de la apropiación indebida de la “Diablada”, por el vecino país.
Ayer se dio inicio al corso con un retraso considerable, tomando en cuenta que día anterior se paralizó la entrada devocional por el fatal accidente que ocurrió en la avenida 6 de Agosto; la Fraternidad Artística y Cultural “La Diablada”, se encargó de encabezar la fiesta.
Los diablos adornaron sus caretas con serpentinas y globos, con mucha alegría, ante un escaso público, a comparación de un día antes, al inicio de la jornada, a partir de la “Fraternidad”, los conjuntos folklóricos cumplieron con el espectáculo preparado para el domingo.
Fuente: LA PATRIA
