Domingo 02 de marzo de 2014
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Una juventud fracasada es una juventud fracasada y punto: pues solo se es joven una vez en la vida, y la época de la juventud no puede de ninguna manera repetirse; pero no es imposible que aquel que ha echado a perder su juventud tenga una vejez feliz; no es imposible hacerlo relativamente mejor más tarde: las ocasiones no van a faltar mientras le quede a nuestra esperanza una brizna de futuro. En cambio una vida perdida, está irremediablemente perdida. No es posible ninguna recuperación puesto que todo ha acabado. Una juventud fracasada es un fracaso parcial, y por consiguiente reparable; una vida perdida es una bancarrota total, y en consecuencia solo da lugar a la desesperación.
Vladimir Jankélévitch. Filósofo francés, 1903 – 1985.
Fuente: LA PATRIA
