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Domingo 02 de marzo de 2014

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Revista Dominical

Lucha consecuente de Ramón Claure Calvi por la recuperación del ferrocarril boliviano

02 mar 2014

Fuente: LA PATRIA

Por: Ivar E.C. Fuentes - Es orureño, hijo de ferroviario, actualmente reside en Col. Canadá

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Recuperar el ferrocarril, la Empresa Nacional de Ferrocarriles del Estado – ENFE-, para Bolivia y los bolivianos, es una tarea que compromete la percepción acerca de lo que es un digno sentimiento de bolivianidad, de soberanía y de dignidad nacional. Esta es la base de la lucha que emprendió un ferroviario: Ramón Claure Calvi. Nacido en Uncía en cuna proletaria hace 90 años un 17 de marzo, dedicó gran parte de su vida a una lucha intransigente por la recuperación a manos bolivianas de la malhadada “capitalizada” ENFE.

En principio trabajador minero, luego ferroviario; sindicalista de la década de los 40’,ocupa la Secretaría Ejecutiva de la Federación de Ferroviarios Red Occidental y luego la Secretaría de Relaciones de la Confederación Nacional de Trabajadores Ferroviarios de Bolivia, incursiona en política durante los años 50’, asumiendo la representación departamental en una diputación por Oruro 1956-1960 y posteriormente desde la cartera del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones durante la gestión de Gobierno del Dr. Hernán Siles Suazo (MNRI), siempre ligado al tema ferroviario y ENFE.

Ser sindicalista y político en aquella época anterior y posterior a la Revolución del 52, implicaba participar en un escenario de concurrencia social (movimientos) donde convergían partidos políticos de corte marxista como el PCB, PIR, POR, FSB, el naciente MNR, MNRI, PRA, PDC y todo el resabio liberal y republicano que había surgido después de las contiendas del Chaco para la participación política. Este escenario vertiginoso, ascendente en contenidos de visión respecto la conformación de los lineamientos democráticos, el asentarse del concepto de Estado, de República, vapuleada por los infaltables golpes civil-militares, era un escenario en el que asumir posiciones para la construcción de país, obligaba a tener una formación y principios ético-políticos a toda prueba, pues fue la época en que se decantó parte de esa bolivianidad inconclusa, pero fervientemente acrisolada por el entretejido social y político que nos ha legado un Estado actual de abigarrado raigambre naciente en esa década de los 50’.

Ramón Claure Calvi, exiliado, confinado y deportado en siete oportunidades que consumieron 17 años de su vida fuera de su patria, no fueron suficientes para doblegar su relación político sindical con la empresa nacional de ferrocarriles y alentar con perspectiva a ENFE en manos bolivianas, tarea que desde la capitalización de las empresas estratégicas públicas se ha dedicado a criticar desde una visión económica, social, técnica, jurídica y política, generando más de un centenar de documentos que la prensa nacional (El Diario, La Patria, Opinión y El Deber) han publicado durante estos últimos 14 años (2000-2014), notas reveladoras incluso asumidas en su lectura y consideración por entidades de comunicación virtual del exterior (Chile, España y Venezuela) que han tratado con minuciosidad la línea que ofrece Ramón Claure Calvi para los ciudadanos bolivianos, cientistas políticos, académicos y fundamentalmente para la clase trabajadora organizada, en beneficio de asumir conciencia de los que nos arrebató la salvaje capitalización del gonismo de los 80’ y de otros seguidores del neoliberalismo de los 90’.

Setenta años dedicados a una entrega inclaudicable a un sector, partido y temática, permite apreciar una reciedumbre que denota vitalidad para continuar en una lucha que ha emprendido desde siempre y que su producción de pensamiento y accionar –entrega de diversos estudios y proyectos sobre el tema ferroviario a distintos gobiernos e incluso habiendo participado y sido convocado a reuniones con ministros e incluso con dignatarios de Estado– es un ejemplo de perseverancia sin desmayos, poniendo de manifiesto lo que debe hacerse para la recuperación de los ferrocarriles bolivianos a manos del Estado y desarrollar toda una política integral de desarrollo estratégico en la región (Bolivia paso obligado para la interconexión comercial Brasil-Bolivia-Chile-Asia) frente a las desventajas económicas que nos ha provocado el enclaustramiento y la dejadez de los gobernantes de turno, que no han incluido el tema ferroviario en una agenda real de Estado y su visión de desarrollo. Como contraparte, la documentación presentada a autoridades gubernamentales –proyectos–, de mutuo propio y a solicitud, nunca obtuvo una respuesta en la dimensión del análisis y propuesta de Ramón Claure Calvi, a pesar del “interés” demostrado inicialmente por estas autoridades sobre el tema.

Desde el inicio de la era industrial el ferrocarril fue una de las herramientas fundamentales para la expansión de las economías y la ocupación de territorios y Bolivia no ha estado fuera de este contexto. Los países más desarrollados del mundo hacen importantes inversiones en sus sistemas ferroviarios, único sistema de transporte terrestre con enorme capacidad de transportar personas y carga con bajo impacto para el medio ambiente, con muy poco consumo de combustible no renovable, sin accidentes y alta seguridad en el traslado de personas y mercaderías, con una pequeña tasa de siniestralidad y con alta eficacia en los traslados, tesis que plantea Ramón Claure Calvi, a través de un dossier que saldrá a la luz pública muy pronto –“Memoria Viva Para Poner En Marcha la Recuperación del Ferrocarril Boliviano, Publicaciones en la Prensa Nacional 2001 – 2014” cuyo contenido sin duda, marcará una nueva lectura del tema ferroviario y su gravitante valor estratégico para nuestro desarrollo frente a las fuertes economías de los países de la región y las grandes posibilidades de integración regional.

En este contexto, el pueblo orureño, sus instituciones, organizaciones sociales, académicas, políticos, investigadores y especialistas en materia de planificación, deben sumarse a una posición de apoyo continuo para la recuperación del ferrocarril para el Estado, ubicando a esta empresa en el sitial que le corresponde para el desarrollo local y nacional.

Por ello, familiares, amigos y extrabajadores ferroviarios, hacen votos por que Don Ramón Claure Calvi, siga su derrotero propuesto y alentamos que continúe esta lucha y con su pródiga pluma, persevere ofreciendo luces sobre un tema que nos debe recordar siempre a nuestro heráldico emblema departamental, que ostenta en su broquel, precisamente a un ferrocarril, otrora glorioso.

Fuente: LA PATRIA
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