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Sábado 01 de marzo de 2014

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Revista Tu Espacio

Superar la tristeza

01 mar 2014

Fuente: autoayudaeficaz.com

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Es un sentimiento natural, sano, básico y primario (como el miedo, el enfado, la alegría y el amor). Indica que la persona que lo padece debe hacer un cambio, un proceso. Normalmente aparece cuando enfrentamos una carencia o pérdida de cualquier tipo, ya sean bienes materiales, un ser querido, una amistad, prestigio, el buen nombre, la juventud, el vigor, etc.). Pero también debe cumplir otro requisito: lo que se pierde debe ser algo que necesitábamos.

Hay que aclarar que el sentimiento de tristeza no solo se puede dar cuando tenemos carencia de algo que necesitamos, sino también cuando creemos tener una carencia, aunque no sea real. Una mujer que piensa que su marido no la quiere, se siente igual de mal que si su marido no la quisiera realmente. Cuando atravesamos un periodo de tristeza profunda, nuestra vida se desorganiza. Y aunque todos sabemos organizar nuestra vida, ante una carencia o pérdida, nos desajustamos y nos cuesta mucho reorganizar nuestros pensamientos y acciones. Funcionamos bien cuando estamos completos, sin carencias, por eso, cuando hay una pérdida hay que hacer un ajuste y volver a funcionar como antes. De hecho, la tristeza nos mueve a hacer todo lo necesario para hacer los ajustes que sean necesarios, provocando cambios fisiológicos y emocionales que nos facilita el proceso de mejora.

Síntomas y efectos de la tristeza profunda

Cuando atravesamos un proceso de tristeza profunda nuestro metabolismo baja, gastamos menos energía, puede disminuir o aumentar el apetito, y esto puede derivar en debilidad física (en caso de disminuir el apetito) o aumento de peso (en caso de aumentar el apetito), perdemos el entusiasmo y el interés por las cosas, tendemos a aislarnos y salir menos con las amistades. Todos estos cambios, incluido el querer aislarnos, nos motivan a hacer un necesario cambio interior, si no lo hacemos, esa cuenta nos quedará pendiente y no podremos afrontar el futuro con alegría, optimismo y entusiasmo. Imaginemos que vamos en nuestro vehículo y a este se le pincha una rueda. Nos bajamos y le ponemos aire pero sin arreglar el pinchazo. Al poco tiempo tenemos que volver a meter aire en la rueda porque se ha escapado el aire que le metimos anteriormente, y nuevamente dejamos sin arreglar la rueda definitivamente. Siempre estaremos con la rueda pinchada y metiendo aire constantemente para poder avanzar de forma lamentable. Nosotros, al igual que la rueda necesita pasar por el taller mecánico para ser arreglada, necesitamos llevar nuestro interior a un estado de aislamiento donde meditar, reflexionar y reorganizar nuestra vida. Tenemos que ir a nuestro propio interior, y a ese lugar nada más podemos ir solos.

Cómo superar la tristeza profunda

Aceptar la pérdida. Experimentar el dolor de la pérdida es un sentimiento natural, por lo que debemos aceptarla junto con el dolor que produce. Hay muchas jóvenes que, después de haber terminado con su novio, dicen a todas sus amistades que no les afecta la ruptura, pero lo dicen incontables veces al día, lo cual demuestra que realmente hay un sentimiento de pérdida y dolor. Nosotros también podemos entrar en un proceso de negación al resistirnos creer que la pérdida no nos afecta. Si lo que hemos perdido (bienes materiales, un ser querido, una amistad, prestigio, el buen nombre, la juventud, el vigor, etc.) es irrecuperable, debemos aceptarlo como tal y dejar nuestros sentimientos negativos junto con aquello que perdimos, no debemos dejar atrás la pérdida y llevar siempre con nosotros los sentimientos negativos.

Desprendernos de la pérdida. Una vez que aceptamos la pérdida y su dolor, debemos aceptar el proceso de despedida, luchar por desprendernos de lo perdido. La persona que no pasa por este proceso, sentirá que el dolor se le queda aún más dentro de sí, sufriendo el doble. No querer desprendernos de lo perdido nos condena a vivir parados en el momento de la pérdida, divididos, pensando en nuestro interior que queremos dar los pasos, que los necesitamos, pero que no podemos. La persona que se aferra a lo que ya perdió y vuelve vez tras vez su mirada a las cenizas de su pasado para tratar de recuperarlo, se queda anclada en ese momento junto con un profundo dolor el resto su nuestra vida. Recordar es volver a vivir, tenlo en cuenta. Ya solo con este paso recuperaremos la paz, pero ¿y el entusiasmo?

Aprender a vivir sin lo que perdimos. ¿Cómo vamos a reorganizar nuestra vida? Creando nuevos objetivos, actividades, un sentido de vida y mirando hacia adelante. Por eso, para vivir de forma plena el presente y futuro debemos rediseñar nuestra vida. Imaginemos a una persona que durante años se dedica exclusivamente a cuidar de sus padres ancianos. Llega el momento en que sus padres fallecen y con ellos su objetivo diario de cuidar a sus padres. Ahora necesita nuevos objetivos. Puede que, debido a lo atareada que estuvo antes, no tuviera vida social. Ahora debe aprender un nuevo sentido de la vida incluyendo actividades nuevas que permitan recuperar el entusiasmo.

Cuidado con los consejos. Hay personas que, con toda su buena fe, nos darán consejos. Pero los consejos son eso, consejos, no mandatos. Examina cada consejo que te den y solo lleva a la práctica aquellos que no sean perjudiciales para tu estado actual, es decir, los que te permitan reorganizar tu vida y vivir sin la mirada en el pasado.

La depresión

La depresión incluye un sentimiento de tristeza, pero no es un sentimiento de tristeza sino un estado derivado de no haber podido hacer el proceso descrito anteriormente. No aparece ante una pérdida, como en el caso de la tristeza, sino cuando hay una frustración continua y persistente por no conseguir necesidades físicas o emocionales, las cuales quedan sin satisfacer. Debido a esta acumulación de frustraciones surge la depresión. La frustración es un sentimiento de tristeza, enfado (muchas veces con no-

sotros mismos) e impotencia que son crecientes, progresivos y reprimidos, no compartidos.

Síntomas de depresión

La persona con depresión, a pesar de sus sentimientos dolorosos, los mantiene en silencio y consigue ser amable, condescendiente y dando la sensación de que no está enfadada. Es entonces cuando, al reprimir sus emociones y pensamientos durante un tiempo prolongado, entran en la fase de estrés crónico, vida inquieta, sin libertad para decidir y en tensión continua, incluso mientras duerme, provocando insomnio o sueño excesivo, pérdida de energía y desánimo. Para saber más sobre los síntomas de la depresión te aconsejo leer el artículo que escribí hace un tiempo titulado “Síntomas de depresión”.

Cómo superar la depresión

Si una persona está en este estado, ha de buscar la comunicación y el apoyo de una persona comprensiva, tolerante y positiva que pueda ayudar a combatir el negativismo que siente la persona deprimida. También es fundamental darse cuenta de que en su interior puede haber odio y resentimiento por lo que debe aceptar sus sentimientos, no para quedárselos dentro de sí, sino para reconocerlos y combatirlos lo más urgentemente posible, perdonando para no enfermar. Pero la mejor forma de superar la depresión es yendo a un buen especialista en este campo. Es demasiado serio como para dar sugerencias categóricas. No hay una fórmula estándar para superar la depresión, pues cada caso es muy distinto. Por eso, mi consejo es visitar un buen doctor y tener la seguridad de que si uno quiere salir del estado de depresión, con la debida ayuda lo conseguirá.

Fuente: autoayudaeficaz.com
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