Martes 25 de febrero de 2014
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Oruro, gracias a la construcción de emblemáticos edificios en esa conocida “época de oro”, fue calificada como la Ciudad Luz y París en Miniatura, porque, conforme pasaba el tiempo, era mayor la efervescencia urbana debido a que sus habitantes, no daban descanso a su vida diaria en el afán de contribuir al desarrollo citadino.
Fue una de las primeras ciudades bolivianas donde el cosmopolitismo tuvo gran relevancia, al cobijar gente decidida a emprender el resurgimiento de la urbe, todos ellos, atraídos por el auge de la minería, como nervio motor de la economía nacional.
Estamos en 2014 y Oruro creció en amplia proporción a lo ancho y largo de la ciudad, existiendo, al presente, zonas realmente llamativas y de extraordinaria visibilidad urbana, lo cual nos llena de satisfacción al comprobar que los citadinos, continúan impulsando la infraestructura habitacional de acuerdo a normas de modernidad, propias del avance exigente de la época que vivimos.
La Honorable Alcaldía Municipal, juega papel descollante en ese accionar no debiendo descuidar su trabajo, porque es tarea primordial encarar la construcción de vías de acceso a esas zonas donde se construyeron viviendas dignas de ser consideradas como aporte al desarrollo urbano.
