La improvisada y hasta forzada presencia de algunas autoridades en la “Entrada” del Carnaval de Oruro le pone el ingrediente político a esta festividad religiosa que si bien resulta ser la más grande expresión folklórica, cultural, social, coreográfica y musical, es el escenario mayor donde todos los “líderes” quieren participar.
Los dirigentes de los conjuntos folklóricos tienen la obligación de cuidar y precautelar que sus agrupaciones no se “contaminen” con la política, puesto que esas oficiosas participaciones pueden deslucir la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, porque el Carnaval de Oruro es la mayor expresión de fe y religiosidad que se realiza como un milagro anual en honor de la Virgen del Socavón.
Desde siempre la peregrinación en honor de la Virgen María en la advocación de la Virgen de la Candelaria o del Socavón, resulta ser la mayor expresión de fe, donde no existen clases sociales, no hay poderosos ni ricos ni pobres, puesto que todos conjugan un solo ideal que es bailar en honor de la Reina del Folklore Nacional y Patrona de los Mineros, Diablos y Morenos.
El Carnaval de Oruro es una fiesta predominantemente religiosa y trasluce en la muestra callejera de los cientos de devotos que ofrecen y entregan su danza en honor de la Virgen del Socavón, por lo que resulta ser único en el mundo y la mayor esencia de la más firme expresión de bolivianidad que se conjuga en la presentación de las danzas que representan a todas las culturas del país y además expresan su belleza y su grandiosidad que provoca la admiración de propios y extraños.
Así la fe no tiene distinción de clases sociales, mucho menos una injerencia política y todos los devotos danzantes, hasta los no creyentes, cumplen el recorrido de los casi cuatro kilómetros, bailando en honor a la Mamita del Socavón como mínimo tres años que es la promesa que realizan los fraternos que participan en las diversas agrupaciones folklóricas que integran el Carnaval de Oruro.
Esta fe se trasluce en la preparación de las presentaciones del sábado y domingo de Carnaval, el primer día que es una peregrinación en honor de la Virgen del Socavón, puesto que entorno a ella giran los preparativos desde el Primer Convite que se inicia la primera semana de noviembre después de la Cuaresma y culminan con el Último Convite una semana antes de la fastuosa Entrada del Sábado de Carnaval.
Resulta ser entonces una casualidad que el actual presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, haya participado en el Carnaval de Oruro como trompetista de la banda de música Real Imperial, quien llega cada año para recordar ese tiempo que le permitió también aportar a la cultura folklórica del país. El expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada era devoto de la Virgen del Socavón y fue pasante de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, constituyéndose en uno de los mayores aportantes para la ampliación de las nuevas naves del Santuario del Socavón, en contraposición al expresidente Jaime Paz Zamora que movilizó un sequito de inteligencia, seguridad y hasta generó gran expectativa de la población, porque anunció una “importante donación” para las obras, entregando al entonces Rector del Santuario, sacerdote Alfonso Massignani, la ínfima suma de doscientos bolivianos, que todavía se guardan en las hojas de un anecdotario de la Casa de los Religiosos Siervos de María, congregación que tiene la responsabilidad de cuidar el Santuario del Socavón.
El político Max Fernández impulsó la conformación de los Caporales CBN y así otras autoridades entre civiles, militares y políticas, bailaron en las distintas agrupaciones folklóricas cumpliendo con todas las exigencias y requisitos que ahora se pretende desvirtuar con la incorporación directa de danzarines, figuras y hasta músicos por conveniencia de algunos dirigentes de agrupaciones folklóricas, que no han reparado en ponerle un precio a esa participación que podría desvirtuar la esencia y el contenido de nuestro carnaval.
Ojalá las autoridades políticas no vengan al Carnaval de Oruro sólo por figuración y más bien se interioricen y conozcan de la magnificencia de esta fiesta única en su género que atrae a cientos, miles de devotos-danzantes de la Virgen del Socavón, algunos danzarines “convidados” y ateos que pueden dar fe de la mayor expresión de folklore, con danzas y música que se trasuntan en el mejor Carnaval del Mundo que se realiza cada año en Oruro, Bolivia.
(*) Periodista
lapalabraencarnada@bolivia.com
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