Hace una semana se cumplió en la ciudad colombiana de Cartagena, la octava “Cumbre Presidencial” de los componentes de la Alianza del Pacífico un organismo regional extenso que consolidó su vigencia al ratificar y complementar acuerdos de integración regional, especialmente delineados para fortalecer sus vínculos comerciales.
Se trata de la alianza de México en el sector norte, bajando por Colombia, pasando por Perú y terminando en el extremo sur de Chile, los cuatro con sus playas y sus puertos abiertos al Océano Pacífico, concretaron un protocolo comercial que reconoce toda la extensión como una “zona de libre comercio” que asegura un blindaje ante la volatilidad de la economía mundial.
Los cuatro presidentes de los países que conforman la Alianza del Pacífico, Colombia, Perú, Chile y en el norte de México, pusieron en vigencia un protocolo adicional para la liberación del 92 por ciento de los intercambios de bienes, servicios e inversiones entre los Estados miembros, haciendo más práctica la relación ya establecida el pasado año 2012.
Una explicación técnica financiera sobre la vida institucional de la Alianza del Pacífico, por encima de ideologías u otro tipo de formatos que no sean los de la integración, solidaridad y reciprocidad de beneficios se favorecerá al promedio de por lo menos 212 millones de consumidores, enfrentando de ese modo y con mucha fortaleza “los vaivenes y las tormentas que producen los ciclos económicos que mueven las potencias”, el caso de Europa, EE.UU. o Asia.
La justificación de la vitalidad del grupo latinoamericano de cuatro países es que todos comparten “un crecimiento relativamente alto”, inflaciones bajas, altas tasas de inversión, buena situación fiscal y amplias reservas que son parte de políticas realistas que admiten aquello de que “solos se puede ir rápido, pero juntos más lejos”. Es el lema que se adoptó en el cónclave.
El presidente peruano resumió el espíritu del joven sistema de integración, basado en las leyes del libre comercio, la integración, de la economía social de mercado y del desarrollo basado en alianzas público – privadas, que alientan inversiones futuras bajo reglas de juego limpias y sin presiones políticas.
El protocolo adicional suscrito por los cuatro mandatarios de la Alianza del Pacífico deberá pasar a una instancia de institucionalización sometiéndose a los trámites parlamentarios y jurídicos en cada uno de los países para cobrar vigor efectivo y poner en práctica la liberalización del comercio en la vasta región bañada por las aguas del Pacífico.
No se trata sólo de cuatro países, que por supuesto son los principales socios, se incluye Costa Rica que tramita su incorporación en calidad de socio, pero en calidad de observadores están ya consignados entre otros Finlandia, India, Israel, Marruecos y Singapur sumando a más de veinte miembros de la Alianza del Pacífico.
Según los observadores en materia estratégica latinoamericana, la Alianza del Pacífico se convertirá en una fuerza que por la capacidad económica de sus economías acabará haciendo contrapeso al Brasil y al Mercosur, este último estancado desde hace años por diferencias internas, que han sido eliminadas en el nuevo organismo que en menos de dos años muestra mayor dinamismo y cohesión regional para avanzar sin trabas y competir abiertamente al bloque Asia - Pacífico.
Los estrategas reconocen la ubicación geográfica de Bolivia y su proximidad con Perú y Chile, admitiendo su derecho a recuperar una salida al mar, justamente al Pacífico, sugieren la posibilidad de su incorporación en calidad de país “observador”, para concretar metas prácticas comerciales.
Fuente: LA PATRIA
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