El psicólogo responde

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Ante las varias consultas de los padres de familia referentes a los cambios observados en las reacciones de sus hijos adolescentes, el presente artículo busca ayudar a comprender las particularidades de esta etapa.

Lo que distingue a la adolescencia

Se considera a la adolescencia un periodo de crisis, y sin duda es así; pero se trata de una crisis distinta a la que anteriormente atraviesa el psiquismo. En esta etapa, la evolución afectiva, no alcanza su término, ya que simplemente, es el comienzo de encontrar la necesaria madurez e indispensable equilibrio.

La crisis adolescente está definida por dos elementos principales, por un lado las pulsiones (impulsos sexuales) y las prohibiciones (represiones), y por otro el conflicto permanente entre adolescente, familia y sociedad.

El adolescente necesita desesperadamente ser idéntico al otro para posteriormente diferenciarse. Anhela encontrar ídolos pero también se rebela a la autoridad.

Por eso, se debe dar la oportunidad de que trate de encontrar sus propias respuestas, haciéndolo cada vez más responsables y consientes de la toma de decisiones y sus consecuencias, sin prohibiciones extremas o radicales.

Por ejemplo: En una relación amorosa verdadera de adultos maduros, la sexualidad y el amor puro convergen en la sexualidad afectiva, pero en un adolescente se desarrollan separadamente. Si todavía no ha podido integrar ambos aspectos preferirá tener relaciones sexuales con otra persona que no sea su novio(a) a quien ama.

Las experiencias sexuales precoces conducen a un desarrollo psicológico no armónico, puesto que el amor puro y la sexualidad aún no están unidos y la sexualidad sin el amor puro es vivida como una experiencia superficial y sin importancia.

Los padres deben aprender a fortalecer la capacidad del adolescente de vivir su propia vida y de tomar sus propias decisiones, enseñándole cómo pensar y no qué pensar.

¿Cuál es la diferencia? Por ejemplo: en el juego del ajedrez, el qué pensar son las reglas del juego, los movimientos de cada ficha y el cómo pensar es el cómo aplicar las reglas y los movimientos para desarrollar el juego y lograr el objetivo de ganar.

Lo más importante para un adolescente es la búsqueda de su propia identidad y sencillamente, hay que ayudarle a encontrar esa identidad a lo largo de este proceso.

Fuente: LA PATRIA