Hace 100 años ya existía el Proyecto de Construcción del Ferrocarril entre Cochabamba y el Río Isiboro (Beni), elaborado por la empresa europea Orenstein y Koppel, de la firma Arthur Koppel S.A., por cuenta propia y económica del cochabambino, Simón I, Patiño, en julio de 1914, cuando el magnate minero estaba convertido en uno de los hombres más ricos del mundo.
Documentos de este valioso proyecto se encuentran en 21 tomos elegantemente elaborados, los mismos que están celosamente guardados en un armario con puertas y anaqueles, ubicado en uno de los dormitorios de la hija de Patiño, actual casa de Cultura de la Universidad Técnica de Oruro, cito en la calle Soria Galvarro entre Ayacucho y Cochabamba donde Patiño construyó una de sus elegantes casonas en las que todavía se guardan valiosos documentos, muebles, pinturas, carrosas, salas de juego y biblioteca.
El proyecto de construcción del ferrocarril eléctrico contiene el estudio de una vía de ancho de 1 metro con variantes al río Sécure, con dos tramos: el primero de 35 km y el segundo de 55,3 km a una escala de 1:2000, conteniendo varios tipos y modelos para superestructura con puentes, alcantarillas y cientos de perfiles transversales; ubicación de durmientes de madera, rieles de nueve metros de largo, eclisas interiores y exteriores con componentes para las eclisas, chapas de base, alcayatas de 165 milímetros de largo. Este proyecto no ha descuidado ningún detalle técnico.
Sin que en aquella época haya ayudado la computadora, existen centenares de planos en los 21 tomos, varios de ellos hasta 4 metros de largo por 9 de ancho muy bien clasificados y diseñados, en los que se asigna la construcción de puentes de 80 metros de largo con superestructura de fierro, terraplenes en terreno plano y otros en las faldas del talud de escolleras, junto a un mapa del terreno explorado y estudiado por la empresa Orestein y Koppel a una escala de 1:100.000, destacándose la construcción de la estación eléctrica de luz y fuerza que iba a alimentar la atracción de la locomotora y los coches diseñados “para aquel tramo que consistía en la construcción de la estación central en la zona Muyurina en la provincia Cercado de Cochabamba, tomando base del río Rocha; una segunda estación en Sacaba en el poblado de Catachilla, denominándola "parada Catachilla"; además, otra en el poblado de Santa Rita junto a la finca del mismo nombre.
En los planos se citan a las estaciones de Huachanqui, Cuchicancha y Colomi haciendo mención a su río atravesando una zona pantanosa a través de diferentes puentes de fierro que permitan el tránsito fluido del ferrocarril eléctrico. Los documentos se complementan con un plano ilustrativo de la línea Cochabamba- Chimoré a una escala 1:20.000 hasta llegar a Sécure, la región que ahora llaman el Tipnis.
Para esta obra magistral, Patino contrató 2.000 obreros chinos porque éstos iban a adaptarse a la región y al clima; pero, el proyecto presentado a las autoridades de aquella época no prosperó, porque al magnate minero cochabambino lo calificaron como expansionista, sabiendo que la obra no demandaba la inversión de recursos económicos del Estado.
Algo similar ocurrió con otro proyecto de Patiño, fue la construcción de la avenida asfaltada de ocho carriles, para unir la ciudad de Cochabamba con Quillacollo, Vinto y Pairumani donde todavía se levanta la lujosa casona ahora convertida en museo rodeada por jardines extraordinarios administrado por la Fundación Patiño. Esta obra tampoco recibió apoyo de autoridades porque aquella avenida iba a llamarse "Albina Patiño", esposa de Simón, ella orureña que impulsó a su consorte en momentos difíciles de la minería, entregándole sus valiosas joyas para cubrir gastos administrativos y pago de salario a obreros, hasta descubrir las veta estannífera "La Salvadora" en Siglo XX-Llallagua, de la provincia Bustillos (Potosí) hasta convertirse en el hombre más rico del mundo.
Otro proyecto de Patiño que no prosperó fue la siembra e industrialización del té en la región de Chapare, asimilando las experiencias de países orientales, grandes productores de este arbusto. Igual suerte corrió el drenaje del Río Desaguadero que une los departamentos de La Paz y Oruro.
Los documentos del ferrocarril Cochabamba-lsiboro Sécure son guardados celosamente en la Casa de la Cultura de la Universidad Técnica de Oruro (UTO) por 100 años. Tuve el privilegio de observarlos por varios días con la venia del director de Extensión Cultural Universitaria, Lic. Maclovio Marconi, quien puso a mi disposición a dos funcionarios, una de ellas encargada de turismo, quienes siguieron mis movimientos para evitar maltratos en los 21 tomos del proyecto, que duermen durante 100 años.
(*) Es Periodista
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.