Como sucede todos los años ante la proximidad del aniversario departamental se actualiza el pliego petitorio de la orureñidad y como dicen los dirigentes de varios organismos cívicos, el pedido es repetitivo de los anteriores, lo que demuestra que desde hace años no se atendió el pedido regional.
Comité Cívico, organizaciones empresariales, laborales, profesionales, incluso deportivas y juveniles coinciden en reconocer que los pliegos petitorios de marras han sido planteados a pocos días de un 10 de Febrero y por supuesto la respuesta gubernamental ha sido siempre de silencio y por lo mismo de una repetida postergación de los anhelos orureños.
Un reciente movimiento del organismo cívico y las opiniones de algunos asambleístas del departamento, inclusive la opinión de autoridades deja traslucir una acentuada frustración porque los proyectos considerados como los más importantes y emblemáticos del distrito siguen sin ninguna solución.
No es exageración, pero el tema de la reactivación minera en Oruro no marcha, tan delicada es la situación que hasta el último proyecto privado de la minería mediana, caso Inti Raymi, está en su última etapa productiva y no hay otro emprendimiento de tal magnitud. El sector estatal minero se defiende con la mina de Huanuni, la misma que tiene tropiezos y un desafío al futuro para aumentar su producción y proveer de concentrados a la Metalúrgica de Vinto que dicho sea de paso no termina de implementar su gigante horno Ausmelt, que al no estar en marcha, no puede todavía asegurar su rendimiento.
Si bien la minería y metalurgia son la base de la economía departamental, están postergados otros proyectos de diversificación económica, como el Puerto Seco, cuyo muro perimetral comenzó a construirse, pero que necesita de un impulso decidido para consolidarse como alternativa del progreso local.
El camino Oruro –Pisiga ideal de vinculación e integración comercial, sigue en vía de construcción tras cinco décadas de resignada espera. Un último tramo ojalá que pueda concluirse hacia fines de este año.
Otros proyectos que son parte del pedido orureño simplemente están anotados como “elementos complementarios” a las grandes obras que no se construyen, es el caso del Parque Industrial, el Mercado Central, el embovedado del río Tagarete y la conclusión del Aeropuerto Internacional Juan Mendoza, que a pocos días de su entrega oficial por parte del primer Mandatario todavía hace aguas por deficiencias de construcción, aunque su moderna iluminación fue probada y sólo falta la prueba práctica con naves que operen de noche.
El aeropuerto internacional fue uno de los pedidos que se incluían en el pliego petitorio orureño y se trata de un proyecto que está a punto de convertirse en una realidad para complementar las futuras operaciones del Puerto Seco, sin embargo para este último, de momento no hay ni siquiera una referencia de aliento y esperanza.
El Presidente Evo Morales gobernará el país desde Oruro, donde permanecerá hasta el próximo día 10, participará de varios actos políticos y será figura prominente en los actos cívicos de nuestra efeméride. Los orureños le recuerdan que hay un pliego petitorio que se le hizo llegar por conducto regular, su atención podría reavivar la esperanza de encaminar a Oruro, tierra natal del Mandatario, por el sendero de su desarrollo sostenible.
Hay mucho por hacer, empezando por fortificar la unidad de los orureños, que según algunos vecinos son muy apáticos y conformistas. Algo de cierto habrá en esa apreciación si en este próximo aniversario no se renueva el espíritu de lucha, que nos legaron los patriotas y revolucionarios de 1781.
Fuente: LA PATRIA
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