Martes 04 de febrero de 2014
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Después de un corto receso por las fiestas de fin de año la presente semana oficial, se da inicio a una nueva gestión académica de nuestra Casa de Estudios Superiores. En este sentido nos permitimos dar a conocer algunos aspectos por los cuales la educación superior requiere de cambios profundos hacia el definitivo despegue de lo que ha llegado a denominarse “el conocimiento científico para el futuro”.
Para ello, desde todo punto de vista en los diferentes procesos de investigación si bien se requiere del elemento factor más importante en el consenso de la educación y en este particular caso de investigación científico–tecnológica, es el tiempo, en el cual se define como la duración de varios fenómenos dispuestos en una tarea específica.
En ese sentido, diríamos que es la duración limitada para efectuar una cosa, una actividad, una tarea, etc., también podemos manifestar que es la ocasión para hacer algo positivo, y ese algo es investigar. Esta importante tarea que amerita con suma urgencia la Educación Superior de modo general es muy necesaria por cuanto nuestros países en vías de desarrollo (SIC), nos referimos a la población que incluyen todos los estamentos más su juventud en todos los niveles y que conforman en su totalidad porcentajes elevados; es decir, la población promedio de la juventud en edad escolar (ciclo medio y universitario), supera el sesenta y cinco por ciento de la población total en todos los países de Latinoamérica. Este segmento es el que mejor está aprovechando “la informática, en todos sus órdenes como la computación, juegos de video, celulares, internet con sus redes sociales conectadas alrededor de todo el firmamento; o sea la tecnología de punta que llega de otro lado del orbe, de los países desarrollados e industrializados con sistemas que consisten en considerar la industria como un fin primordial y principal de su actividad en forma preponderante.
