Martes 04 de febrero de 2014
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La observación se origina en la principal autoridad del Poder Ejecutivo recientemente posesionada como cabeza del Ministerio de Justicia del país, quien comenzó su delicada función señalando a “nivel personal”, que la elección directa de las autoridades judiciales que se efectuó en octubre del 2011 fue un “desacierto”.
La Ministra de Justicia se estrenó recordando algo que se mencionó con mucha propiedad cuando se dispuso la elección por voto de los jurisconsultos señalando que “los operadores de justicia deberían ocupar los cargos por méritos”, posición que fue reclamada, pero desechada por la contingencia supuestamente “abierta y democrática” para que “el soberano los elija”.
A más de dos años de ese proceso inédito en el país, las consecuencias se observan con inusitada crudeza, mostrando la evidencia de que desde el 2011 la justicia no ha mejorado, no se transformó en el aparato eficiente y solvente para ejercer justicia equilibrada y pronta.
Repasando el discurso informe del Primer Mandatario el 22 de enero del año en curso, hizo mención a la retardación de justicia y la corrupción en el manejo del órgano legislativo, reconociendo que esta situación era una de las debilidades del sistema gobernante.
Fuente: LA PATRIA
