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Domingo 26 de enero de 2014

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Revista Dominical

Aún no hemos podido erradicar la discriminación y el racismo

26 ene 2014

Fuente: LA PATRIA

Por: Ximena Miralles Iporre - Directora de LA PATRIA

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El ejercicio de los derechos humanos tiene que ver con diferentes ámbitos y en el informe de la gestión 2013 de la Defensoría del Pueblo se tratan aspectos que van desde la violencia intrafamiliar hasta los derechos civiles y políticos, pasando por los económicos y de otra índole.

Sin embargo, en esta nota nos anclamos en el tema de la discriminación y el racismo, pues a pesar de que se ha elaborado una ley específica para lograr su erradicación, la Ley 045 de lucha Contra el Racismo y toda forma de Discriminación hasta el momento no hay resultados objetivos y al parecer todo se queda en la simple denuncia.

Por otra parte, muchos políticos hicieron uso de la ley para denunciar “discriminación” contra su gestión, señalando que se les quiere perjudicar en una actitud discriminatoria hacia sus personas, pero la norma fue mal utilizada porque en realidad si algo se les reprocha es que incumplan las promesas hechas en etapa electoral y no se trata de un rechazo hacia su persona por pensar diferente, por lucir distintos, por profesar otra religión o por su color de piel, por lo que los procesos iniciados por ellos no prosperaron.

En el informe defensorial 2013 se presentan cifras sobre las denuncias realizadas y el sector social que las realiza, inclusive se muestra quienes son los mayores transgresores a esta norma, sin embargo en ningún caso muestran los resultados, es decir que alguien haya sido procesado y sancionado por la misma, al contrario señala que “pese a los avances evidentes, el problema no ha desaparecido completamente ya que aún subsisten espacios de discriminación”.

LOS DISCRIMINADOS

Según datos oficiales del Viceministerio de Descolonización, presentados en el informe defensorial 2013, entre enero y octubre del pasado año se recibieron 135 denuncias por racismo o discriminación, según el documento, la mayoría por orientación sexual y grado de instrucción.

“De las 113 denuncias admitidas, 20 fueron por motivos de orientación sexual, 18 por grado de instrucción, 15 por identidad cultural, 14 por procedencia e igual número por ideología, entre otras razones”.

Por otra parte, la Defensoría del Pueblo recibió 1.425 denuncias sobre discriminación y racismo, entre 2010 y 2012. “En la gestión 2010 los casos denunciados sumaron 470, en 2011 fueron 503 y en 2012 alcanzaron 452. En la presente gestión (2013), hasta el mes de octubre los casos alcanzan a 227”. Las denuncias van referidas a personas adultas mayores, personas con discapacidad, campesinos, cocaleros, privados de libertad, conscriptos, dirigentes vecinales, activistas de derechos humanos, mujeres embarazadas o no, niños y niñas, personas que viven con VIH, personas con orientación sexual diferente, policías, indígenas y otros.

LOS VULNERADORES

Pese a las recomendaciones de la ley aún hay personas naturales o jurídicas que continúan ejerciendo discriminación contra otras personas.

Según el informe de la Defensoría del Pueblo, las instituciones más vulneradoras son las públicas, pues el 57% de las denuncias señalan que aquellas son los lugares donde más casos de discriminación y racismo se producen.

En el informe se expresa la preocupación porque inclusive autoridades de gobierno se expresan de manera peyorativa de los ciudadanos extranjeros, siendo una forma de incitación a la discriminación y al racismo, pues se refieren a súbditos peruanos, brasileños, colombianos, chilenos o estadounidenses como delincuentes haciendo que la población boliviana inclusive desconfíe de personas que nada tienen que ver con la delincuencia.

LA DISCRIMINACIÓN

CONTINÚA

Pese a los esfuerzos realizados por autoridades y a la ley promulgada para erradicar la discriminación y el racismo que es otra forma más de discriminación, no se ha podido eliminar ese mal de la sociedad.

Quizás se deba a que las leyes son normas escritas en un papel y hechas públicas para su cumplimiento, sin embargo depende de las personas que integran una sociedad el que las acaten o no, además de las autoridades pertinentes para hacerlas respetar.

Pero quizás es un problema que va más allá de las leyes, pues si nos fijamos bien, veremos que la discriminación se da cuando existen relaciones de poder, en que se supone que uno es más fuerte que el otro y se siente superior o más importante que los demás.

Para eliminar esos complejos de superioridad que le hacen daño a toda la sociedad, las personas deben pensar que detrás de cada individuo hay una historia, que si bien todos somos diferentes, nuestros derechos son iguales, por lo que no existe razón para pensar que uno es mejor que otro, sino que cada quien es distinto y merece las mismas oportunidades.

Lo que hay que hacer es ejercitar la tolerancia, dejar de lado posiciones extremas y tener en cuenta que no contentaremos a todo el mundo, que siempre encontraremos en el camino diferentes opiniones respecto a un mismo tema o a una misma situación, pero no es necesario recurrir a la violencia, física o verbal para “ganar” o demostrar que “uno es mejor que el otro”, sino que simplemente no pensamos distintos, respetar la opinión de los demás y defender nuestra posición sin atacar a nuestro interlocutor.

Quizás más que leyes, simplemente necesitamos recurrir más a la tolerancia y permitir que los otros piensen de manera diferentes sin que se le esté persiguiendo. Esta es una tarea de todos y cada uno de quienes componemos la sociedad boliviana, independientemente de si vivimos en las áreas urbanas o rurales.

Pero ¿cómo asimilar la tolerancia?, pues simplemente dejando de ver hacia el exterior de cada uno para comenzar a mirar en nuestro interior, pensando que no somos perfectos pero somos perfectibles, aceptando que todos somos iguales pero merecemos las mismas oportunidades y tenemos los mismos derechos, respetar las ideas ajenas aunque no las compartamos.

El ejercicio de la tolerancia también debe partir de las autoridades que conducen el destino de este país, pues al ser figuras públicas son un ejemplo a seguir, por lo tanto, mientras haya intolerancia de su parte, no se podrá erradicar la discriminación de Bolivia.

Fuente: LA PATRIA
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