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Sábado 25 de enero de 2014

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Ley del corazón tranquilo

25 ene 2014

Por: El Alquimista

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Uno de los requisitos fundamentales para acercarnos a la iluminación interior, tan preconizada por todos los cultos orientales y occidentales, es, sin lugar a dudas, el tener establecida en nuestras profundidades íntimas la Paz del Corazón Tranquilo. La paz interior es el máximo tesoro que todos debemos desarrollar y cuidar para mantenerla siempre en armonía consciente con todas las actividades que realizamos. No perdamos nunca este tesoro maravilloso de la armonía interior, la paz del corazón tranquilo, una vez que la hemos cultivado como la flor más preciosa de nuestro jardín interior.

A continuación transcribimos las enseñanzas que nos regala el Avatara de Acuario sobre este tema:

“El corazón es el santuario del amor. Cuídate del amor sensual. No mezcles con el éxtasis sagrado algún amor egoísta. El amor es tan puro como el lucero de la mañana. El amor es universal. El amor es impersonal, inefable, desinteresado. Sed caritativos. Cuando nosotros criticamos la religión de otros, pecamos contra la caridad universal. Cultivad el respeto y la veneración. Respetad las creencias ajenas. Respetad la religión de tu prójimo. No trates de obligar a otros a que piensen como tú. No critiques. Recuerda que cada cabeza es un mundo. No peques más contra la caridad del Cristo. La humanidad se divide y subdivide en grupos. Cada grupo necesita su sistema especial de enseñanza. Cada grupo necesita su escuela, su religión, su secta. Esos son los mandamientos del bendito. Cuando criticamos a otros, violamos la Ley del corazón tranquilo.

Si tú eres capaz de dar hasta la última gota de tu sangre por amor a la pobre humanidad doliente, eres entonces uno de los nuestros. Aquel que quiera llegar hasta el altar de la Iniciación, debe convertirse en un cordero inmolado sobre el altar del supremo sacrificio.

Es necesario amar a los que nos odian, besar la mano del que nos azota, limpiar las sandalias del que nos humilla. Si un pobre mendigo te invita a su mesa, come con él, porque ese pobre mendigo es nuestro hermano. Si un leproso parte un pan y te ofrece un pedazo, recíbelo y cómelo, porque ese pobre leproso es vuestro hermano, no lo desprecies.

Sed siempre el último. No aspires a ser el primero. Siéntate en los últimos puestos; no ocupes jamás el primer puesto. Recuerda que tú no eres más que un pobre pecador. No presumas de perfecto porque perfecto sólo es tu Padre que está en secreto. Tu Dios Interno está lleno de gloria, pero tú no eres sino un pobre sombra que se arrastra por el lodo. Tú no eres perfecto.

No guardes resentimientos con tu prójimo, recuerda que tu prójimo tampoco es perfecto. No seas rencoroso ni vengativo. Amad, perdonad, besad con amor la mano del verdugo que te azota. Es necesario que tu ego se aniquile para que aquel Gran Señor de la Luz, que es el Cristo, entre en tu alma. Vístete de luz, hermano. Escuchad los diez místicos sonidos del corazón tranquilo:

El primero es como la voz del Hijo del Hombre, fecundando a las aguas del Génesis para que brote la vida. El segundo es el sonido llamado Chin-Bhini, sabiduría intuitiva. El tercero es el supremo sonido de la gran campana cósmica, que dimana del Rayo interno de cada hombre. El cuarto es el estruendo interno de la Tierra, cuyas solemnes vibraciones se repiten dentro del cuerpo de cada hombre. El quinto es como el delicioso sonido del laúd. El sexto es el címbalo de los Dioses inefables resonando entre el cáliz de cada flor bendita. El séptimo sonido es el de la flauta encantada, cuyas virginales melodías nos llevan a la suprema dicha de los jardines del Nirvana. El octavo sonido es el del bombo. El noveno el de la exótica variación de un doble tambor. El décimo es el de los siete truenos que repiten sus voces.

Orando y meditando internamente en el corazón escuchareis los diez místicos sonidos. El sendero secreto del corazón es sabiduría y amor. Quien quiera recorrer la Senda del Corazón Tranquilo, debe fijar su Prana, la vida, la fuerza sexual, en el cerebro y en el corazón. Es urgente aprender a pensar con el corazón, depositar la mente en el templo maravilloso del corazón. En el templo corazón hay puesto para todas las religiones, para todos los cultos. Jesús dijo: “En que os améis los unos a los otros, probareis que sois mis discípulos.”

(Extractado del libro: “El Mensaje de Acuario,

Capítulo 9 – La Iglesia de Tiatira”

del V.M. Maestro Samael Aun Weor)

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