Luis Niño, el famoso desconocido

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Segunda de cuatro partes

Luis Niño Pintor

Las referencias comparativas de Diego Arzáns hablan de pintores y no de escultores o arquitectos griegos como arquetipos equivalentes a Niño. Esto implica que su mayor producción y fama fuera de pintor.

Notable coincidencia es que las dos únicas piezas firmadas conocidas del artista representen la misma imagen, la Virgen de la Candelaria, del altar mayor de la iglesia del pueblo de Sabaya, en la Provincia de Carangas, Departamento de Oruro. Una es la pintura de la Virgen de Sabaya, que se guarda en el Convento de La Recoleta de Sucre, que está firmada como: Pintura de Luys Ni… La otra pieza es la Virgen de Sabaya, firmada: Luis Niño Escultor, que pertenece a la Parroquia de San Roque, y está en depósito en el Museo de la Casa Nacional de Moneda en Potosí. La pieza que se guarda en Sucre debió ser llevada allí por el propio artista, cuando fue a trabajar a órdenes del Arzobispo de La Plata.

Ambas pinturas tienen, en la parte inferior, una faja blanca, con la misma inscripción: “Retrato de la Milagrosa Ymagen de Nª Srª de Sabaya de la Prouincia de Carangaf, Vna de las que embió el Sr. Emperador Carlos Quinto desde Roma en el descubrimiento de estos Reynos. De cuias portentosas marauillas participan todas las que se le encomiendan”. La diferencia está en las firmas. Estimo que ambas piezas datan de los años entre 1700 y 1720.

La atribución más antigua, a partir del descubrimiento de Chacón de las dos Sabayas es del Profesor Sotroesner, antiguo Curador y Director del Denver Art Museum. Se trata de la pieza. Nuestra Señora de la Victoria de Málaga. Óleo sobre lienzo, de 151 x 128,2 cm. La pieza se guarda en dicho museo, como parte de la colección Frank Barrows Freyer. Tiene, en coincidencia con las dos Sabayas, el uso del brocateado de oro, tanto en el ropaje como en la arquitectura, así como las flores en la cabellera de la virgen y el par de angelitos a la altura de la aureola. En una faja inferior con paisaje, tiene la inscripción: “NTRA Srª LAVITORIA DE MALAGA”. Esta pieza fue expuesta en Nueva York como parte de la muestra “Gloria in Excelsis”, oportunidad en que pude conocerla. En dicho catálogo la pieza se data hacia 1735.

Otra pieza atribuida por Teresa Gisbert a Niño, que estuvo también en la exposición antes mencionada es la de: La Virgen del Rosario, pintura al óleo sobre lienzo, de 213,4 x 150,5 cm, del Mueso de Arte de Lima. Tiene fondo de retablo de columnas salomónicas, semejantes a las de la Fuencisla, y encima de las columnas salomónicas, casi a modo de tenantes, dos angelitos desnudos que tocan trompetas mientras que otros dos, también desnudos, sostienen la corona de la Virgen. Los vestidos de la Virgen y el Niño, así como las coronas, están íntegramente brocateados de oro. El anda de la imagen es de madera tallada con tres querubines policromados. A los pies Santo Domingo y Santa Rosa de Lima. El conjunto está rodeado por una guirnalda de flores. Sin considerar por los historiadores peruanos la información de Arzáns sobre el envío de otras de Niño a Lima, esta pieza se ha dado por obra del maestro cuzqueño, tanto porque está en el Museo de Arte de Lima, como por las inevitables referencias formales entre la pintura mestiza que se hacía en Cuzco y en Potosí. En el catálogo esta pieza está datada hacia 1735. Personalmente pienso que debe haber sido realizada hacia 1700-1705, por las razones que se explican más adelante.

Obra muy próxima a las anteriormente descritas es la pintura de la Virgen de la Fuencisla, fechada en 1722, de 161 x 110,5 cm, del Museo Nacional de Arte, en La Paz. La Virgen con el Niño están sobre peana. Ella viste manto rojo y está coronada. Varios pares de angelitos rodean a ambas figuras. Esta pintura, igual que las Sabaya, la de Denver y la de Lima, representan a la Virgen en medio de un retablo al cual el artista presta gran atención, particularmente a toda la parte de orfebrería incorporada en él. La custodia que se ve en el sagrario de la parte baja del retablo fue hecha con pan de plata, que se ha oxidado y oscurecido con el tiempo.

Continuará

Fuente: LA PATRIA