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Domingo 19 de enero de 2014

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Cultural El Duende

Humberto Quino Márquez

19 ene 2014

Humberto Quino Márquez. La Paz, 1950. Poeta. Ha publicado entre otros: Escritura fallida (1976); Delirio de un fauno en la avenida Buenos Aires a las 12&45 (1978); Balada para mi coronel Claribel y otros huevos (1979); Manual de esclavos (1980); Mudanza de oficio (1983); Fosa común: Antología de la nueva poesía boliviana (1985); Tratado sobre la superstición de los mortales (1987); Crítica de la pasión pura (1993); Diccionario herético (1993); Álbum de la nueva poesía chilena (1994); Summa poética: 1978-2002 (2002) y Coitus ergo sum (2003); Ópera parca (antología personal)

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Ópera parca

Pedazo de carne que el orbe sopla

Ardiente hebra que hembra inflama

¿Quién descompuso tu mísera vida?

Ya bien podrás hacer de tu destierro una hazaña

De tus terrosas osamentas una esperanza.

Que inmortal es tu giba

Sin descanso engendrada

A ingrato suelo condenada

Fragmento póstumo

Este saber

Que el mundo muere

Tranquiliza mi fiebre

Mis ganas de subir al cielo

Desnudo y con calcetines

Con una adarga de dios padre

Resplandor de perdidas batallas

Corazón esquirol.

Cuaderno de amante

Sólo diré tu nombre

A un perol de antiguo cobre.

Algo llora en este hombre borroso

Mezcla de Maldoror y Sancho

Colgado en el crepúsculo

Cual desorbitada perdiz

Irredento macho cabrío

Romance de un seso laico

Males sin remedio son los míos.

Más / para qué el lamento.

Si tu pasión es un despojo

Mitigar puedes tu fiereza.

Y si el mal crece

Sabe que de un mal nacido

Decenas nacen y mueren.

La calavera de Borda

Reposa en el óvulo de la tierra

Con salmos de hojalata

Inhallado en la seca hierba

Rumiando el licor de una lágrima

La locura de haber nacido

Un penique para

el viejo gay

Alguien te espera

Con su carne desbordada en la noche

Y una vieja canción revive tu desnuda vejez

Y tu húmeda piel dice:

Cavafis es tu oficio

Retrato de poeta I

No cedas viejo poeta

A la quejumbrosa visita de una lágrima

Cuida tu maniquí de las moscas ebrias

Cronista de sueños y desgracias

No cedas viejo perro.

Silla para una despedida

Morir es aspirar la tierra

Las raíces de la vida que fue.

Ser esa hierba quemada

En el invierno.

Esa piedra calcinada

Por la luz del mediodía.

Deseando descender

Al febril Averno

Para azotar a los muertos.

Soliloquio del homo

maniacus

¡Conduélete Señor!

Mis colmillos son pequeños

Mis pies grandes

Y mi gorra con un inmenso agujero

Donde habita la locura

¡Amásanos de nuevo Dios!

Raquel

Cansado de hacer versos

Hoy quiero hacer balas.

Aviso

Cansado

Ya de ser un gallo de pelea

Decidí convertirme

En el arcángel Gabriel

Ahora

Que el matriarcado es la nueva voz.

En la piel del siervo

Alguien piensa en mí

Cada vez que despierto

Como un mamífero huraño.

Y junto las manos

Sobre las letras

De estos breves días.

Todo me hiere

Y de mi cuerpo

Brotan llamas y blasfemias:

Condenado a comer

Sólo los frutos de la carne

Para tus amigos: