Jueves 04 de febrero de 2010
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La retama común es un arbusto de uno a dos metros de altura, con infinitas ramas mimbreñas, sedosas y diminutas hojas en el ápice que se desprenden prontamente del arbusto.
A lo largo de las ramas más antiguas nacen racimos de flores de muy pequeño tamaño y de color amarillo; los frutos son redondeados, de cubierta endurecida y córnea, contiendo una gran semilla negra en su interior.
En nuestra ciudad, esta planta, por ser tolerante a los fuertes fríos invernales y por poseer flores de un color atractivo, como es el amarillo, es utilizada para ornamentar jardineras centrales, plazas, plazuelas y también los jardines de algunos domicilios particulares.
Respecto a algunas propiedades medicinales, se dice que sus flores, utilizadas a manera de infusión, poseen propiedades diuréticas, laxantes y también se le atribuyen propiedades beneficiosas para problemas del corazón y para afecciones agudas del aparato respiratorio.
Pero yendo más allá de sus usos ornamentales y medicinales, en nuestro medio, es bien conocido que se trata de una planta que aleja “vibras” negativas de nuestro entorno, por ello, en muchos hogares la utilizan atándola, en forma de una cruz y colgándola en el ingreso principal de la vivienda.
Fuente: LA PATRIA
