Verdades y mentiras sobre el consumo de azúcar refinada y sus efectos
15 ene 2014
Por: Adhemar Ávalos Ortiz
El azúcar, prácticamente en todas sus versiones, se ha convertido en la “niña mala de la alimentación humana”, atribuyéndole todos los males posibles, así como se lo hace con los alimentos transgénicos, con aquellos en los que se han utilizado agroquímicos para su cultivo, con la carne, la sal de mesa y otros, en un proceso sistemático que no siempre está basado en análisis científicos de sus efectos sobre la salud, sino en tergiversaciones que acaban en mitos que no contribuyen a tener una visión integral de su uso y consecuencias. Este ente, el que todo lo liquida, el azúcar común es una importante fuente de calorías en la dieta alimenticia moderna, pero es frecuentemente asociada a calorías vacías, debido a la completa ausencia de vitaminas y minerales, hecho producido por su proceso de refinación, sin entender que sirve para dar.
¿Y en qué reside el núcleo de la fundamentación de los “enemigos del azúcar” en todas sus variables? En que engorda principalmente y en que da lugar a diversas enfermedades, principalmente cardiovasculares y de tipo renal como consecuencia de la diabetes. En parte tienen razón, pero si se consideran casos particulares, que pueden ser muy numerosos, dependiendo del modo de vida de una sociedad determinada. En organismos normales, que no han sido afectados por la diabetes, el azúcar, en forma de glucosa, es transportada, gracias a la insulina, a las células para su funcionamiento óptimo como energía vital, sino se almacena en el hígado en forma de glucógeno, una sustancia de reserva energética formada por cadenas ramificadas de glucosa. Además, en menor cantidad, radica en los músculos, así como también en varios tejidos, especialmente cerebrales. Cuando una persona piensa gasta esta energía.
¿Pero qué pasa con los organismos que padecen de diabetes? La diabetes es un conjunto de trastornos metabólicos que afecta a diferentes órganos y tejidos, dura toda la vida y se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre: hiperglucemia. Causa varios trastornos, siendo el principal la baja producción de la hormona insulina, secretada por las células β del páncreas o por su inadecuado uso por parte del cuerpo que repercutirá en el metabolismo de los hidratos de carbono, lípidos y proteínas.
La diabetes I corresponde a la llamada antiguamente diabetes insulino-dependiente o diabetes de comienzo juvenil. Se presenta en jóvenes, y en adultos también pero con menos frecuencia, donde no se observa producción de insulina debida a la destrucción autoinmune de las células β y que predispone a una descompensación grave del metabolismo llamada cetoacidosis. En la diabetes del tipo II el cuerpo sí produce insulina, pero, o bien, no produce suficiente, o no puede aprovechar la que produce y la glucosa no está bien distribuida en el organismo (resistencia a la insulina), esto quiere decir que el receptor de insulina de las células que se encargan de facilitar la entrada de la glucosa a la propia célula están dañados. Esta forma es más común en personas mayores de 40 años aunque cada vez es más frecuente que aparezca en sujetos más jóvenes, y se relaciona con la obesidad.
Es evidente que en organismos predispuestos genéticamente o por deterioros posteriores al nacimiento, los carbohidratos en forma de azúcar se transforman con relativa facilidad en ácidos grasos y, consecuentemente en triglicéridos, grasa de difícil eliminación. En este caso sí es recomendable el no consumo de azúcar refinada y su sustitución por azúcares no refinados, de producción en laboratorio o la llamada estevia que empieza a incursionar activamente en el mercado de consumo. Pero ¿por qué la población que no tiene diabetes o, por lo menos, que no tiende a ésta, debe privarse por completo del azúcar, la que en gran parte de nuestra existencia ha endulzado nuestra vida? Es simplemente un energético que debe ser consumido con prudencia, y ni siquiera tanta, como todo alimento orgánico o procesado, y solamente los síntomas de enfermedad, a partir de análisis de sangre periódicos deberían avisarnos de límites peligrosos. La verdad no debe ser sustituida por posiciones extremistas que degeneran en la psicosis.
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.