Martes 14 de enero de 2014
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La crisis financiera que se ha transformado en económica y sobre todo en crisis social, acusa síntomas de mejora en algunos países como Irlanda, estagnación en otros como Grecia y desorientación en España y Portugal. El común denominador es la transformación de las reglas laborales, la pérdida de viejas conquistas sindicales, paro laboral y un cambio en el pensamiento político. La conclusión a la que han llegado, los administradores de la crisis es: “la sociedad de bienestar ya no se puede financiar”. Nadie habla de las causas: Las facturas financieras que se están pagando no son porque la sociedad se bienestar se encareció sino porque había que evitar la muerte de la banca que prestó millonadas a saco roto. La nueva alianza política entre demócrata-cristianos y socialdemócratas alemanes hace pensar que la Unión Europea no cambiará su política financiera de cara al sur del continente. Los cambios, si los hay, no serán importantes.
Suecia y Alemania son los únicos países europeos que reciben masivamente refugiados sirios. Suecia ya tiene algo más 60 mil, en tanto que Inglaterra y Francia cierran los ojos, legislan y construyen muros que hacen imposible cumplir con uno de los objetivos de la Unión: la libre circulación. En Italia ha comenzado la rebelión de los refugiados y hay una creciente opinión pública, sobre todo a partir de la tragedia de Lampedusa. Europa debiera restituir las cuotas así todos los países incluidos los más reacios a recibir refugiados sirios como Finlandia, Noruega, Irlanda, Luxemburgo, Suiza y otros podrían asumir su responsabilidad histórica, en tanto la UE debiera ayudar a construir un entramado político que haga posible terminar la guerra inter-musulmana (chiitas contra sunitas en todas sus expresiones).
