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Domingo 12 de enero de 2014

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Revista Dominical

Una desconocida defensora del Carnaval

Orureña revela documentos sobre registro y protección de tres diabladas

12 ene 2014

Fuente: LA PATRIA

Por: Mónica Aramayo Quinteros - Periodista

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La orureña Luz Haydée Ramos Sánchez, ahora radicada en la ciudad de La Paz, reveló la existencia de documentos originales de 1960, sobre el registro de tres diabladas originales a favor del Comité de Recopilación de Música Boliviana, tanto a nivel del Ministerio de Educación, Biblioteca Nacional de Sucre, Alcaldía y la entonces Prefectura de Oruro.

Se trata de las diabladas 1, 2, y 3; la signada con el número 3, es también conocida como “El ratero”, siendo las tradicionales que marcan el paso de la Fraternidad Artística y Cultural de Diablada, y en ciertas ocasiones de la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro, así como el Conjunto Tradicional Folklórico Diablada Oruro, durante su presentación en el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

La gestión para consolidar el registro fue encaminada por Luz Haydée Ramos Sánchez, Víctor Flores Barrientos y Ricardo Cortez como directivos del Comité de Recopilación de Música Boliviana, de Oruro.

Un documento escrito por la propia Luz Haydée Ramos, indica que fue en Oruro donde se formó la primera Comisión de Recopilación de Música Nacional, con el auspicio de la Universidad Técnica de Oruro; de manera el Carnaval de Oruro, fue uno de los trabajos más notables a cargo de estudiosos de los nueve departamentos de Bolivia.

Según ella, en Oruro, durante el Quinto Congreso Nacional de Maestros, en junio de 1951, se lanzó la primera denuncia internacional sobre la piratería del arte boliviano por supuestos compositores de Chile, Argentina y Perú. “Especialmente durante el gobierno del Gral. Hugo Ballivián, LA PATRIA de Oruro, La Razón y Última Hora de La Paz y otros órganos de prensa se hicieron eco de esas denuncias, mientras el Ministerio de Relaciones Exteriores hacía el reclamo correspondiente por medios diplomáticos”, describió, Ramos, una mujer que desde el anonimato y por el solo amor a la cultura y el folklore, se encargó de defender algo que el orureño lleva en el alma y el corazón, su carnaval, ahora reconocido como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, gestado a partir de la devoción hacia la Virgen del Socavón..

Jesús Elías, miembro del Comité de Etnografía y Folklore, comentó que una vez consolidada la Entrada de Carnaval de Oruro, como uno de los fenómenos más interesantes de Latinoamérica, Ramos encaminó una serie de acciones de defensa dirigidas a hermanas regiones bolivianas así como de otros países; que atraídos por el fenómeno, comenzaron a adoptar y asumir la danza, la música y el atuendo del diablo orureño, como suyo, matando a sus “diablos” de la colonia y disfrazándolos de “diablada” orureña.

Afirmó que en este ínterin ya por los años 50 del pasado siglo, la intelectualidad orureña, de la mano de estudiosos como Víctor Flores Barrientos, Luz Haydeé Ramos, Ricardo Cortés y Cortéz, a partir del Comité de Recopilación de Música Boliviana, emprendieron acciones para salvaguardar las obras musicales netamente orureñas y bolivianas, evitando su despojo y plagio.

Después de un profundo análisis, ante la inexistencia de normas de derechos de propiedad intelectual, decidieron realizar un acto jurídico de radical importancia para la historia de la Defensa del Carnaval de Oruro: El registro de 3 diabladas tradicionales como propias de la ciudad de Oruro, ante el Ministerio de Educación y en memorial presentado ante ésta cartera de Estado incluía las partituras transcritas por Víctor Flores, de las diabladas denominadas “1”, “2” y “3” y fundamentadas de manera amplia por la musicóloga Ramos, siendo los principales artífices, por lo que recibieron la respuesta positiva del ministerio que declaró a estas tres obras como propias de Oruro, siendo además declarado por solicitud de ambos musicólogos que los detentadores del Derecho Moral y Patrimonial a nombre de la Alcaldía de Oruro.

“Este primer movimiento realizado entre 1958 y 1960, fue el punto de inflexión para que posteriormente el Comité de Etnografía y Folklore (ambos estudiosos eran parte de esta novisima institución) sea quien asuma el papel que los últimos 50 años ha tenido, el de registrar los fenómenos regionales folklóricos orureños, en un gran archivo de información que fue útil para poder dar pasos de trascendental importancia como fueron la Declaratoria de Oruro como Capital del Folklore Orureño, primero como Decreto Ley de los años 70 y luego como Ley 602 de la República en 1984, de la mano de otros servidores de su terruño como Elías Delgado Morales, Alberto Guerra Gutiérrez, Luis Guerra Gutiérrez, Estanislao Aquino, Oscar Elías y Josermo Murillo Vacarreza”, comentó Jesús Elías.

Ahora el Carnaval de Oruro es Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, último y drástico logro universal, generado esta vez por el pueblo de Oruro a través de la Asociación de Conjuntos del Folklore, pero queda para la memoria y el reconocimiento, el trabajo de Luz Haydeé Ramos, Víctor Flores Barrientos y Ricardo Cortéz y Cortés, como los padres de la defensa del Carnaval de Oruro, afirmó el investigador del folklore.

Ramos que es profesora de música, en la década de los 50, también aportó al acervo musical boliviano con sus composiciones “Irpavi” en ritmo de marcha coral, y el bailecito “Bolivia, Patria Querida”.

Fuente: LA PATRIA
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