Una ley consolidará pacto entre los “ayllus guerreros”
12 ene 2014
Fuente: LA PATRIA
Ya era tiempo que una disposición del más alto nivel nacional, ponga remedio a una disputa calificada hasta de tradicional en su zona por la frecuencia y las características de su proceso, que en muchas ha dejado saldo de heridos graves y contusos y en ocasiones hasta víctimas fatales entre los bandos contendientes.
Realmente el territorio de los laimes, jucumanis y qaqachacas, ubicados en los extremos Norte de Potosí y el Sur de Oruro, se ha ganado una nominación de “ayllus guerreros” que justifica las condiciones e idiosincrasia de los miles de habitantes de la región.
En muchas gestiones y desde décadas pasadas, autoridades departamentales y nacionales, militares y policiales y en algunas circunstancias se incluyeron como mediadores dirigentes cívicos, laborales y hasta representantes de la Iglesia para calmar los ánimos exaltados de grupos “luchadores” que aprovechando circunstancias especiales, como celebraciones religiosas, terminaban en duelos personales, primero y colectivos luego, en el estilo tradicional de la región como es el tinku.
Los motivos difícilmente desentrañados hasta el presente; pero no han faltado pretextos para justificar los hechos aduciendo problemas limítrofes en los ayllus, invasión de terrenos, apropiación de sembradíos y cosechas, robo de ganado y hasta desencuentros familiares, una permanente situación de conflicto que no ha podido ser eliminada en años de años, pese a la firma de acuerdos de pacificación y respeto a disposiciones legales.
Se dispuso en casi todos los gobiernos la visita de comisiones para pacificar a los guerreros, el Instituto Geográfico Militar (IGM) trabajó en la delimitación de los terrenos y la demarcación de los ayllus, pero sin lograrse un acuerdo que tenga fuerza de cumplimiento por las partes en pugna territorial.
Sobre el delicado tema se informa que a principios de la década del 2000, doce años atrás, los laimes, jucumanis y qaqachacas lograron pactar una última delimitación de sus terrenos, documento que sirvió de base para la elaboración de un proyecto de ley que ya ha sido aprobado en la Cámara de Senadores y pasó a consideración de los diputados, que aprobando la norma se definirá toda una estrategia para eliminar definitivamente las provocaciones y las agresiones entre los hermanos potosinos y orureños que están asentados en los extremos de los límites Norte y Sur de ambos distritos.
La ley en si ya está adelantada en su tratamiento y se estima que antes de fin de mes pueda ser aprobada y promulgada manteniendo en su contenido el respeto a la cultura milenaria de esos pueblos que mantienen una tradición de cumplimiento de su calendario agrícola, en el que justamente afloran algunas de las reacciones ancestrales, típicamente practicadas en las comunidades.
Sólo faltan detalles para la aprobación de la ley, que establecerá una división de 56 ayllus para el departamento de Oruro y 48 para Potosí en base a la homologación de la Ley 339 de límites, que deberán ser legitimados con una ley específica.
Este avance en la promulgación de una ley de pacificación permitirá además establecer también las condiciones apropiadas para solucionar el tema pendiente entre Oruro y Potosí, en la zona de Coroma y Quillacas, es bueno que el compromiso sea global, lo que alejará incluso alguna susceptibilidad de injerencia política, que salió a relucir no hace mucho, debido a desacuerdos entre comunarios de la región.
Fuente: LA PATRIA
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