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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 En esta vida las oportunidades y los peligros van a la par - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
En esta vida las oportunidades y los peligros van a la par
11 ene 2014
Por: Maximiliano Corradi
El Más allá puede consistir en unos ámbitos oscuros de horror, sufrimiento y miseria interna, pero también en alturas finas y luminosas con unos paisajes encantadores, cuyos colores son una maravilla de armonía y sinfonía. En el Más allá nos hacemos entender igual que aquí en la Tierra, aunque no tenemos las palabras humanas. En la mayoría de los casos tiene lugar primeramente un intercambio de sensaciones y pensamientos que transcurre en imágenes. El alma, no obstante, sabe lo que se le dice, porque corresponde a su conciencia.
Todo lo que sentimos como alma tiene su efecto inmediato en nosotros, en el cuerpo del alma. Vemos todo en imágenes, también vivimos en ellas y sentimos lo que nos transmiten las imágenes. El lenguaje en imágenes que es desinteresado, nos reconforta y nos conduce cada vez más profundamente a las legitimidades de la vida. Los ángeles instructores, que nos enseñan de acuerdo con nuestro con nuestro nivel de conciencia, obran también a través de nuestro lenguaje de imágenes. Lo que éstos nos transmiten, lo vemos y experimentamos en nosotros mismos, en nuestro cuerpo de alma, y al mismo tiempo sentimos y percibimos lo que ellos nos comunican.
El alma orientada hacia Dios percibe el maravilloso lenguaje de la luz de los seres puros como reconfortante y fortaleciente, que le conduce al gran Ser que el alma anhela. El alma oscura, sin embargo, que lleva dentro de sí las palabras hostiles que ha lanzado como hombre a sus semejantes, siente y percibe ahora en imágenes, como alma, esas maldades en el cuerpo de alma y alrededor del mismo. Sus efectos son dolor y sufrimientos, parecidos a lo que experimentaron sus semejantes cuando ella los trató así.
Las almas que han vivido siendo hombres con pensamientos, palabras y actos diabólicos, son la mayoría de las veces almas atadas a la Tierra. Se cuelgan de las personas que hablan su lenguaje. Si una persona se deja usar para esto porque tiene las mismas tendencias que el alma que la utiliza, lleva dentro de sí una parte de las sensaciones y pensamientos contrarios de aquella alma. La presión y las exigencias del hombre influenciado y la hostilidad ya existente en él, se refuerzan a través del poder de la influencia. Así se vuelve todavía más agresivo y hostil.
De esta forma las almas atadas a la Tierra pueden seguir experimentando lo humano durante un largo tiempo. Solamente cuando varias causas llegan a producir sus efectos de una vez en el alma atada a la Tierra, es como si se lanzara fuera de su órbita de vampiro para ir a parar a aquel ámbito de conciencia que para ella es infierno, porque lleva el infierno dentro de sí.
Un alma que influencia a los hombres no tiene que expiar por ello, porque un alma atada a la Tierra vive de forma sonámbula, es decir en su mundo de imaginaciones, que no se puede cargar. Además el hombre se entrega voluntariamente a esa influencia, dándole la espalda conscientemente a las leyes divinas, a los Diez Mandamientos, que son un extracto de la ley divina. Únicamente cumpliendo estas leyes tendrá la protección contra estas influencias.
Debemos saber lo siguiente: el Más allá, en el que viven las almas, es el lugar de expiación; sin embargo la Tierra, en la que viven los hombres, es el plano de prueba y expiación. En el Más allá el alma ya no puede pasar las pruebas en la medida en que fue posible en la Tierra. Puede obtener perdón mediante el arrepentimiento, pero ya no puede pasar las pruebas en la medida en que fue posible en la Tierra. Puede obtener perdón mediante el arrepentimiento, pero ya no puede enmendar sus errores mediante una vida de realización y de transformación de lo contrario a la Ley divina en lo legítimo. Vemos por tanto cuántos peligros hay en la Tierra, pero también cuántas oportunidades tenemos. Ambas cosas, los peligros y las oportunidades, van a la par: luz y tinieblas; Cristo, el Salvador, y el demonio.
Vida Universal
Por: Maximiliano Corradi
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