Martes 07 de enero de 2014
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Hace un año utilicé este mismo espacio para referirme a la caótica situación que atraviesa la Cooperativa de Telecomunicaciones Oruro (Coteor), aspecto que al presente no ha cambiado, siendo necesario actuar con decisión y premura, si queremos salvar a esta empresa orureña.
Son pocos los consejeros que muestran interés por reencaminar a Coteor para brindar un buen servicio a la población. Otros directivos, vienen utilizando el cargo, en un protagonismo barato en provecho de su ego personal, haciendo a un lado las tareas encomendadas por los socios.
De todo ello, somos culpables, (me incluyo), los propietarios de una acción telefónica porque creemos que con elegir a los Consejos de Administración y Vigilancia, cumplimos con nuestro deber, dejando a la Coteor libre a su suerte sin el apoyo de quienes están en la obligación de hacerlo.
La dejadez con la que se actúa, es bien aprovechada por ciertos mandamases que al interior de la cooperativa, hacen y deshacen los postulados y fines por las que fue creada Coteor.
Un estudio de carácter internacional, a principios del año pasado, nos demostró fehacientemente la delicada situación económica- técnica en que está la entidad telefónica, aspecto que obligaba a tomar decisiones inmediatas para salvarla del colapso total a fin de que sus operaciones no paralicen de por vida.
