La educación boliviana se encuentra en una crisis, debido a la influencia de modelos educativos europeos y norteamericanos, que son ajenos a nuestra realidad económica, socio-cultural, sin respetar las diferentes nacionalidades y ocasionando problemas sociales en nuestro país.
En la inauguración de un encuentro educativo, el Señor Presidente, como iniciativa propia, para mejorar la calidad educativa, propone a los maestros de Bolivia trabajar siete horas pedagógicas. A los dos días aprobaron inmediatamente esa opinión, los que dicen ser representantes de muchas instituciones, incluida la representación del magisterio tanto urbano como rural.
Los representantes de cada institución y los maestros, dicen que han debatido en asambleas, seminarios, la convocatoria emanada del Ministerio de Educación para asistir a ese encuentro pedagógico. Porque si no es así, estarían repitiendo las acciones de los gobiernos dictatoriales, aprobar en cualquier reunión, sin consultar a las bases.
En cuanto a las siete horas pedagógicas que sugiere el Señor Presidente, esto no es nuevo, el Código de Educación Boliviana de 1955, ha contemplado la doble jornada, se hablaba de horario discontinuo, mañana y tarde, en el trabajo pedagógico, todavía se trabaja en las provincias, en el sector rural, porque el salario que recibían era haber mensual y no haber hora, como actualmente se está practicando de acuerdo a las reglas de la economía capitalista.
El magisterio tiene experiencia educativa en cuanto al trabajo de mañana y tarde, con la ley del Código de Educación Boliviana, la formación de bachilleres, ya se contaba con Bachilleres Técnico Humanísticos, sea en el área fiscal, como en la Comibol, han tenido frutos positivos, podían trabajar como profesionales en diferentes instituciones de la sociedad.
El Código de Educación Boliviana, fue sustituido por la ley 1565, con lo que se ha eliminado la importancia de la educación técnica, sólo quedó el sistema educativo, con la formación de bachilleres humanísticos y la falta de infraestructura, el crecimiento estudiantil, ha ocasionado en las ciudades trabajar, en turnos de mañana y tarde donde los estudiantes trabajadores pasaban clases en el turno de la noche, ocupando la misma infraestructura. El horario discontinuo ha continuado en las provincias y el sector rural.
Para la implementación del nuevo currículo del modelo educativo sociocomunitario productivo, así desarrollar el conocimiento científico y tecnológico, se necesita una nueva infraestructura, equipamiento de talleres, gabinetes de computación, laboratorios de química y física y un presupuesto adicional, para mejorar la calidad educativa. Se hace urgente una reunión con los maestros de base, con las organizaciones sindicales, fomentando actividades democráticas con profesores, estudiantes y no tomar decisiones a nivel del gobierno central en forma arbitraria.
Para llevar adelante la transformación educativa, el Ministerio de Educación debe coordinar con la Central Obrera Boliviana, las confederaciones del magisterio urbano-rural y convocar al Congreso de la Educación. La COB debe asumir su rol de vanguardia en la problemática educativa.
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