Una de las prioridades del actual proceso económico es erradicar la extrema pobreza, en concordancia con las definiciones de una “cumbre política” que planteó estrategias que cumplir hacia el 2025 y entre las que predomina justamente encarar en esta gestión del 2014, la eliminación de los factores negativos que mantienen muchos pobres en el país.
Para entrar en ese proceso se aplicará la medida de incentivar la inversión pública, tanto la municipal como la departamental, para encarar planes muy concretos dirigidos a lograr la soberanía alimentaria, un rubro muy mentado en los planes gubernamentales, pero todavía ausente en la práctica operativa de mejorar las condiciones de los productores agro ganaderos.
Se trata de un proceso especial que debe aplicarse paulatinamente tomando en cuenta las condiciones de la diversidad productiva nacional, el caso del oriente con una serie de productos, por mencionar el caso de la soya, azúcar y la ganadería vacuna o lo que necesita impulso en el occidente con la quinua el ajo y la ganadería camélida, debiendo tomarse en cuenta las zonas de producción de cítricos, bananas y palmitos que tienen ya mercados asegurados en el exterior del país.
Se reconoce la existencia de regiones agro productivas en todo el país y las mismas identificadas plenamente por sus cualidades y sus peculiaridades en cada caso, que determinan su potencialidad y la necesidad de tener el suficiente apoyo para convertirse en alternativas de alto desarrollo diversificado con proyección de sostenibilidad económica y crecimiento asegurado.
La estadística que maneja el Ministerio de Economía señala que en el 2006, siete de cada diez bolivianos vivían bajo la línea de la pobreza y tres de aquellos lo hacían en situación de indigencia, ese sector se sostenía con menos de un dólar diario. Tal extremo, según los números actuales, tiene una variación positiva al haberse reducido en 17 puntos porcentuales esa extrema pobreza, aunque aún no se la elimina en su totalidad y se busca cumplir esa meta hacia el 2025.
En criterio de los ejecutivos gubernamentales el tema de la pobreza es el más preocupante y por lo mismo merecerá en adelante un tratamiento especial para reducirlo y mejor eliminarlo del contexto social, lo que significaría tener un país con las condiciones necesarias para que su población mínimamente tenga las facilidades de sustento familiar, en base al apoyo que se le otorgue a través de programas debidamente apropiados a las necesidades de cada región.
Se entiende que el año presente se dispondrá los elementos necesarios para impulsar los sectores productivos nacionales, en todo el territorio y en función a los requerimientos que puedan ser precisados en cada caso, por ejemplo en lo que corresponde a Oruro, la minería, la quinua y los camélidos merecen un fuerte impulso oficial para pasar a fases de exportación con valor agregado, es decir tras los procesos de industrialización que deberían merecer atención especializada, abriendo además paso a las inversiones externas.
Sin lugar a dudas que hay un crecimiento económico en las cuentas de las reservas financieras de la estructura administrativa nacional, algo de esas macrofinanzas llegan a sectores de producción estratégica nacional, pero lo importante es que tratándose de erradicar la pobreza se haga uso racional de tales recursos, empujando todos los proyectos alternativos que puedan convertirse muy rápidamente en la base de una forma de encarar el desarrollo nacional con equidad y justicia.
Fuente: LA PATRIA
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