Corren los primeros días del año nuevo y la gente coincide en sus deseos para lograr mejores condiciones de vida y que se definen en empleos seguros y dignos, mejores servicios de salud, educación gratuita en servicio de la niñez y juventud y una recuperación del prestigio de la justicia.
En realidad son cuatro temas principales pero tras los mismos surgen los otros deseos, tales como pedir a las autoridades que los beneficios de la economía nacional, expresada en cifras, llegue de manera práctica a la economía hogareña y sirva para mejorar las condiciones de vida de la mayoría de la población pues en la actualidad parecería que sólo un nivel ciudadano, que tiene ciertos privilegios por su ubicación en la esfera política, es la que recibe más de lo que muchos deberían percibir.
Hay problemas en los barrios periurbanos en la mayoría de las ciudades, en las que faltan servicios básicos como agua, alcantarillado y luz, ese es un tema muy particular en el caso orureño, pero no es menos en otras partes de la geografía nacional.
Las circunstancias que rigen las actividades de la comunidad exigen también planes más concretos sobre seguridad ciudadana, toda vez que el crecimiento urbano se extiende de manera inexorable y mucha, muchísima gente queda al margen de ese servicio necesario y al mismo tiempo obligatorio para garantizar el respeto a los derechos ciudadanos y su propiedad.
Se habla del tema de salud, como un elemento global, sin embargo cuando se escuchan las quejas de la población las mismas tienen relación con una serie de deficiencias en la atención que existe en el sistema de salud pública y en el servicio de la Caja de Salud. En ambos casos hay problemas, la gente debe hacer largas filas para recibir atención, hay carencia de médicos especialistas y al mismo tiempo faltan equipos en los centros hospitalarios, donde se hace esfuerzos por mejorar la infraestructura hospitalaria. Este sistema necesita con urgencia un replanteo de orden general para servir eficientemente a los miles de pacientes en todo el país.
Hay un sector sumamente importante en la conformación social, es el de los jóvenes universitarios que plantean por su lado una reestructuración general del sistema adecuándolo a las necesidades regionales, de modo que los nuevos profesionales tengan más oportunidades de trabajo en sus distritos y no se dediquen a empleos subalternos o se trasladen a otras ciudades o al exterior en busca de mejores oportunidades. La universidad necesita actualizar sus programas para optimizar la profesionalización práctico en cada parte del país.
Hay más deseos y mucha esperanza en que se eliminen ciertos factores de injusticia y desigualdad ciudadana, tomando en cuenta que pese a las condiciones vigentes de una sólida economía, favorecida por el precio de las materias primas y las alternativas generadas en los países industrializados, en el país todavía hay muchos pobres en el área rural y en los cinturones de los extremos periurbanos de las ciudades. El deseo es que pueda cerrarse esa brecha y todos los bolivianos disfruten más de los réditos que nos proporciona la exportación de nuestro gas y otros recursos naturales.
Algo más que se espera es que autoridades nacionales y las departamentales puedan coordinar sus tareas cuando se trata de encarar proyectos de beneficio y uso colectivo, pues en todos los casos se requiere acuerdos conjuntos para empujar en una sola dirección el vehículo del desarrollo.
Fuente: LA PATRIA
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