Miercoles 01 de enero de 2014
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El 2013, marcó también la bendición para muchos hogares orureños, que recibieron con alegría el nacimiento de sus retoños que con ternura e inocencia se convirtieron en el centro de atención de las familias. Ellos o ellas son las personitas que reciben los mimos de sus abuelos, son los consentidos de los tíos y también, en muchos casos llegan a completar la alegría hogareña como la mejor e incomparable compañía para los hermanos.
Sin lugar a dudas, el nacimiento de un niño o niña, para sus padres, es la mayor muestra del milagro de vida.
Con esta página gráfica, LA PATRIA deja testimonio de la magnitud de ternura e candor que representó su llegada en cada uno de los hogares bendecidos por la magia divina.
Fuente: LA PATRIA