Martes 02 de febrero de 2010
ver hoy
Eso de “maña y figura…” nos persigue como el ananké griego. No sólo por lo que se refiere a la oposición fragmentada; en asuntos de otro orden el gobierno no es distinto. No cesamos de tropezar con la misma piedra. Somos obstinados en no escuchar lo que el buen juicio o el sentido común nos sugieren.
La cosa es que en estos días, la prensa ha publicado la frondosa maraña de candidatos a las gobernaciones, alcaldías y otras canonjías burocráticas. ¡Un frenético afán! ¿Les animará la voluntad de servir? Eso, que nos lo claven en la frente, (como decía Claudina en “La Chaskañawi”). Es posible equivocarse menos al suponer que la mayoría busca más bien servirse del cargo. Por lo menos, la experiencia conocida abona en respaldo de esto último.
La relación difundida es: 42 postulantes a las nueve gobernaciones y 59 a las alcaldías de las capitales de departamento. Entre esa gente que quiere ser gobernador o alcalde hay varias figuras recicladas del pasado; el morbo de la adicción al poder todavía les inquieta. Y entre las del noviciado, la mayoría tiene el perfil de solemne desconocido; algunos hay que se han desprendido del árbol masista y se han subido a la grupa del “caballo del corregidor” No está ausente la repulsiva banda de los tránsfugas. Otros, en fin, son conversos de última hora, son zapateros que quieren ser sastres o carpinteros. Por ahí la suerte les sonríe. En Política todo puede ser. El gato por liebre también funciona.