Por: Aníbal Abel Alarcón Caparroz - Exfuncionario UTO. Escritor y poeta
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Leyenda
Uno de los hechos más conmovedores y a la vez maravillosos desde todo punto de vista, anunciado y luego difundido por los profetas a través del tiempo, manifestado por una serie de facetas religiosas en una profunda fe de amor, de paz, concordia, encuadradas y dirigidas a toda la humanidad, es sin ninguna duda el nacimiento del Niño Jesús; acontecimiento que está inserto dentro los dogmas espirituales de toda religión de la faz de la tierra, ya que en torno a sus sagradas escrituras dan a conocer de una otra manera la presencia corporal y espiritual de Jesús en la tierra, por ejemplo en el Corán libro sagrado de la religión musulmana reconoce a María la Virgen como madre de Jesús; coincidiendo inclusive con el año y fecha de nacimiento. Por otra parte, en la religión católica, apostólica y romana resalta que dicho nacimiento aconteció en tierra santa y escogida por Dios, a partir de aquella época se ha ido difundiendo en los libros sagrados del Nuevo Testamento la llegada y permanencia durante 33 años de Jesús o Jesucristo; es decir ,el Salvador, el hijo de Dios y el Mesías, nació en Belén, 749 de Roma, aunque el cálculo realizado por expertos en ciencia astronómica de aquella época en el siglo VI, y sobre la cual descansa la cronología de la era cristiana de inicio y hasta nuestros tiempos.
Jesús nació en un pesebre, hijo de la Virgen María, venerada posteriormente bajo diferentes nominaciones alrededor de todo el mundo y haciendo conocer de generación en generación su doctrina religiosa.
Los profetas
Según la sagrada escritura los primeros profetas fueron Moisés, con quien se comunicó especialmente el Señor; Samuel que poseía en alto grado el don de profecía, Elías y Elíseo, iluminados por la gracia celeste y David, convertido por la gracia divina. Desde aquellos tiempos empieza otro orden de profetas, divididos en dos clases: Isaías, Jeremías, Daniel, Ezequiel, llamados también profetas mayores y otros doce autores de otros movimientos importantes y llamados profetas menores. También contó Judea con varias profetisas: María hermana de Moisés; Débora y Ana, una de las primeras que reconocieron a Jesús por el Mesías. Proféticamente los que predijeron mediante inspiración divina, anunciando un acontecimiento futuro para bienaventuranza de la humanidad. Mahoma precursor de la religión musulmana fue uno de los profetas que predijo el nacimiento de Jesús. Por todo ello la leyenda es una parte Importante del pasado donde a través de su lectura se va conociendo los hechos acontecidos en este caso sobre la vida de los santos y en especial “Leyenda Áurea”, de Jesús el Salvador.
Los libros sagrados que contienen los evangelios compuestos de los cuatro relatos de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, que refieren el nacimiento, la vida y la Doctrina de Jesús. Los tres primeros escritos hacia 60 y 70 años después de Cristo, se llaman sinópticos que permiten delinear a primera vista, un conjunto de inscripciones escritas en forma resumida siendo de composición análoga o similar. El de San Juan escrito el año 90, después de Cristo, es en cierto modo un complemento de los precedentes; como ejemplo se narra el evangelio según San Lucas sobre el nacimiento de Jesús y añade el mensaje “En la tierra paz y buena voluntad para todos los hombres”.
Este llamamiento es para todas las épocas; por eso los cristianos deberíamos cumplirlo.
La cuestión principal de nuestra época es conservar la vida humana y desterrar el peligro y la amenaza; para esto es necesario mantener y fortalecer la paz, llevar a cabo el desarme espiritual y emplear los recursos que quedarían libres para construir un mundo más feliz, y mejor. Este objetivo sólo se puede lograr si se persigue consecuente y pacientemente el difícil camino que se inicia en esta Navidad en una forma tan prometedora. Estas palabras en forma clara ratifican el propósito de aplicar el “mensaje evangélico” a las condiciones actuales, de llevar este mensaje divino, vertical a un plano horizontal, de ponerlo en práctica en la vida de la sociedad, sin discriminaciones y respetando la interculturalidad de los pueblos.
No cabe duda que luego de haber analizado detalladamente lo que Mateo apóstol el evangelista martirizado hacia el año 70, se refiere a Jesús del que habla “el Mesías anunciando el reino de Dios”, es aquel que tanto Marcos como Lucas y Juan nos presentan en sus respectivos evangelios.
Fuente: LA PATRIA
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