Martes 24 de diciembre de 2013
ver hoy
Fue como parpadear y de repente habías partido. Nuestros corazones que tanto te quisieron laten impotentes y desesperados al no poder traerte de vuelta ante nosotros, pues tus ojitos dormilones se cerraron para descansar ahora eternamente en la gloria del Santo Padre que te eligió como un ángel suyo, y en vida nos dio la más grande satisfacción; la de conocerte, la de verte reír y verte luchar día a día por quienes tanto amaste. Te vas como un ejemplo de amor y de bondad. Te vas dejándonos con las ganas ahogadas de abrazarte una última vez. Te vas, mientras acá te extrañaremos por siempre Marcelo del alma.
Madre clementísima que tu piedad interceda ante el Padre Altísimo para que lo acoja en su santo reino.
Tu familia
Acaecido en Buenos Aires - Argentina
22 de diciembre de 2013
Fuente: LA PATRIA