Lunes 01 de febrero de 2010
ver hoy
La señal del amor divino: el pan alimento, el pan más allá de la especie; el pan que revela al Dios verdadero, en toda su plenitud. Y no solo para aquel tiempo, sino para todos los tiempos y, en especial, para este, en el que usted está llenándose de gozo gracias a este pasaje evangélico de la multiplicación de los panes, el amor pleno:
Sí. Aleluya, aleluya: “El amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación para nuestros pecados”.
Esta magnificencia nos abre el entendimiento para situarnos, por amor, en aquel momento divino: Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma”.
Fuente: LA PATRIA