Domingo 22 de diciembre de 2013
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La trata y el tráfico de personas es un delito que se incrementó en forma alarmante durante el 2013 según especialistas, debido a las condiciones morales y sociales de los países, que no cuentan con políticas adecuadas para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía en general.
El incremento de los casos de trata y tráfico de personas, esencialmente mujeres y niños; motivó a instituciones como la Defensoría del Pueblo, la Iglesia Católica a realizar talleres de prevención para informar sobre las consecuencias que conlleva la búsqueda de un “trabajo fácil” donde se gane más recursos económicos, decisiones que tuvieron graves consecuencias como perder la vida lejos de sus familias y países. Por lo general esa es la vía por la que los traficantes atrapan a las víctimas de trata y tráfico de personas.
Por esta razón, instituciones como las religiosas de la Congregación “Hijas de la Caridad” San Vicente de Paul realizan un trabajo social en Pisiga, frontera con Chile, donde capacitan a las personas para proteger sus vidas, su familia y su dignidad.
Fuente: LA PATRIA
