Miercoles 18 de diciembre de 2013

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Editorial y opiniones
Economía de palabras
Triste fama del país
18 dic 2013
Por: Humberto Vacaflor Ganam
Un senador que debió huir del país con la ayuda de un diplomático brasileño y un empresario norteamericano que escapó en una operación extraña, mezcla de secuestro y soborno.
La fama de la justicia boliviana está en su peor momento de la historia, con fallos que son cuestionados por el gobierno, con un ministro del Tribunal Constitucional que es amenazado por decir que la doble reelección de Evo Morales es ilegal y con narcotraficantes que están libres, como las hermanas Terán, sólo porque son del partido del presidente.
Las primeras informaciones sobre la salida de Jacob Ostreicher aparecieron en el exterior, dejando una amplia gama de posibilidades.
• Fugó del país burlando a las autoridades,
• Fugó del país en un arreglo económico con las autoridades,
• Fue secuestrado y luego liberado en el exterior después del pago del rescate.
• El gobierno no sabía cómo librarse de esta papa caliente y aceptó, o sugirió, la solución de la fuga.
Cualquiera de estas posibilidades es una vergüenza para Bolivia. Ya había sido una vergüenza que el Presidente Evo Morales ordenara concederle el arresto domiciliario, pasando por encima de la estructura judicial.