Miles de egipcios tomaron hoy las calles de El Cairo para celebrar el séptimo título de su selección en la Copa de Africa, el tercero consecutivo, y el hito de ser el único equipo nacional que logra tres campeonatos continentales seguidos.
Las calles de la ciudad del Nilo se vaciaron minutos antes de que se iniciase el partido entre Egipto y Ghana y los egipcios se congregaron en los cafés y los restaurantes para ver el partido y fumar "shisha" (pipa de agua) y tomar té.
La falta de gol en ambas porterías les mantuvo tensos y expectantes hasta que, ya entrada la segunda parte y a solo cinco minutos del final, una jugada de toque batió al guardameta ghanés y levantó de la silla a todos los cairotas.
Una exclamación de "gol" sacudió la ciudad en milésimas de segundo y, confiados en la victoria, los egipcios se echaron a la calle sin esperar a que concluyese la final de la Copa de Africa de Naciones, en la que Egipto se impuso a Ghana por 1-0.
En apenas unos minutos, miles de personas abarrotaron las zonas céntricas de la ciudad; estallaron las bocinas de los coches -taxis incluidos- y los fuegos artificiales, acompañados del sonido de timbales, tambores y silbatos.
Nadie quería perderse una fiesta histórica porque, después de un torneo impecable y de 85 últimos minutos agónicos, los "Faraones" lograron el tercer campeonato consecutivo y el séptimo de su palmarés.
"Gracias a Alá por la victoria de la selección", declaró un aficionado a Efe mientras un tumulto se reunía alrededor de las cámaras y los flashes.
Pintadas las caras con los colores nacionales -rojo, blanco y negro- y enfundados en banderas, los egipcios se desquitaron de su fracaso en noviembre pasado, cuando en un partido de desempate la selección argelina dejó a su equipo fuera del Mundial de Sudáfrica.
No obstante, para evitar posibles altercados, la policía cerró el acceso a la embajada argelina en El Cairo al igual que sucediera el pasado jueves, cuando ambas selecciones se enfrentaron en una de las semifinales.
"Ojalá la próxima vez podamos clasificarnos para el Mundial", señaló un joven quien, sin embargo, admitió que "repetir algo así será difícil".
La euforia, desatada ya al imponerse a Argelia en las semifinales y tras perder ayer el conjunto argelino la pedrea del tercer puesto, animó a los egipcios a cantar, ondear banderas y subirse a autobuses o coches para festejar el campeonato.
Los automóviles, decorados para la ocasión con banderas y emblemas nacionales, colapsaron los barrios más céntricos de El Cairo mientras los venderos de banderolas y escudos egipcios hacían el agosto.
"En Egipto todos amamos el fútbol y tenemos una gran cantera", declaró una aficionada mientras saltaba de alegría al ver por televisión el primer y único gol de los "Faraones".
"Una de las cosas que más feliz hace a un egipcio es el balón", agregó.
Y entre la multitud que llenó las calles, hubo muchas cámaras digitales porque nadie quería olvidar la estampa nocturna de El Cairo, una ciudad repleta de luz, ruido, alegría colectiva y brillo en los ojos de pequeños y grandes.
Fuente: El Cairo, 31 (EFE).-
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