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Domingo 31 de enero de 2010

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Revista Dominical

Santuario de la Virgen del Socavón de Massignani a Zanella

31 ene 2010

Fuente: LA PATRIA

Un breve recorrido por la senda de religiosos que dejaron huella. • La historia del Santuario no puede entenderse sin ellos • Por: Edson López Aquino

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Indudablemente para los orureños, los turistas nacionales y extranjeros, el Santuario de Nuestra Señora del Socavón, es el referente obligado de la espiritualidad. Encanta y maravilla porque guarda la joya más preciada de esta tierra: La imagen de la “k’achamoza” milagrosa.

Este Santuario, hermoso y místico por dentro, acogedor e imponente por fuera; ha ido levantándose como el fénix inmortal de su original y pequeña ermita desde antes de la fundación oficial de Oruro, hasta alcanzar su majestad digno de este pueblo y que pretende hoy alcanzar el título de “Basílica Menor del mundo”.

Y el Santuario no podría ser lo que es, sin la dirección de personas con visión y espíritu de servicio desinteresado, hacia esta tierra de trabajadores y gente hospitalaria. Los Siervos de María que custodian el Santuario desde hace 60 años, son los pioneros para alcanzar su embellecimiento y extender los servicios del Santuario, más allá de la práctica litúrgica hasta marcar un hito en el desarrollo del departamento.

PADRE MASSIGNANI

¿Quién no ha escuchado hablar del padre Alfonso Massignani? tal vez el “Patriarca” más grande que tuvo el Santuario.

Italiano de origen, llegó a Oruro en 1983 y de inmediato se identificó con la fe de la gente y sus necesidades.

Filósofo, periodista, escritor e historiador, sintió la necesidad de ampliar físicamente el Santuario a los cuatro puntos cardinales, construir una nave lateral al lado Oeste, haciendo desaparecer los veleros, capilla de ánimas y sala de reuniones; hacia el lado Norte hasta la bocamina del actual Museo Etnográfico- Minero; al Sur para construir el camarín de la Virgen y al Este reduciendo el atrio del Santuario.

Se puso manos a la obra con la creación del “Comité Pro Ampliación del Santuario” con varias personalidades orureñas e instituciones vivas de la ciudad. Esta idea colosal contó con la aprobación y aliento del Obispo de entonces Mons. Julio Terrazas, actual Cardenal de la Iglesia Católica.

Esta ampliación era necesaria, puesto que los peregrinos que se daban cita con la Virgen del Socavón; especialmente en la época del Carnaval; rebasaban el pequeño espacio del templo.

El Padre Alfonso quiso tanto a Oruro, que en sus viajes a su natal Italia llevaba trajes típicos y folklóricos, para dar a conocer en la vieja Europa, la cultura vigente en Oruro y en Bolivia. Consiguiendo aportes para los enormes requerimientos económicos del Santuario.

El Santuario concluido en el nuevo milenio, relucía espléndido y bello. El Padre Alfonso vio coronados sus empeños y falleció en paz con su conciencia el 20 de noviembre del año 2000. Oruro nunca debe olvidar que fue un convencido al impulsar y defender el Carnaval, puesto que editó publicaciones en torno a ello y a la Historia de Oruro.

PADRE NICO

Pasaron algunos años, hasta que llegaría la simpatía del Padre Doménico Sartori (Domingo), también italiano, y muy conocedor de Oruro porque vivió un tiempo en el convento de los Siervos con su servicio en el Santuario.

El Padre Sartori, insistió mucho en que el Carnaval es una entrada de fe, una peregrinación hacia el Santuario para encontrarse con la Madre de Dios; y es por eso que personal y físicamente quiso compartir la experiencia de demostrar la fe bailando y se enroló en las filas de la Diablada, representando al personaje de la muerte.

Era la primera vez que un sacerdote católico, bailaba con su sotana y una guadaña en la mano, no como un personaje frío y lúgubre, sino alegre y dinámico.

Aunque recibió críticas de algún sector del clero, por cuatro años el Padre Nico bailó en el Carnaval; primero en las celebraciones del Centenario de la Diablada Auténtica y después en la Fraternidad Artística y Cultural “La Diablada”.

E n el 2008, los superiores de la Orden le impusieron otro destino, hacia la Argentina, donde reside actualmente. Antes de su partida, el Gobierno Municipal de Oruro, le nombró “Hijo Predilecto de Oruro” y mientras el tren partía, la banda de la Policía tocaba los acordes vibrantes de la diablada que tanto bailó y amó.

PADRE JAIRO

Marcaría un hito, también el notable, popular y querido Jairo, nacido en Colombia. El Hermano Jairo como se lo conocía a su llegada, siguió las huellas de su maestro el Padre Alfonso, decidiendo llevar adelante la campaña “Tu casa es mi casa Mamita”, proponiendo otro sueño a los orureños para que el Santuario se convierta en Basílica.

Esta campaña fue gratamente acogida, sobre todo por su propuesta “pon tu estrella en el Santuario”.

Varías familias e instituciones adquirieron estrellas para ponerlas en el cielo azul del templo.

También los Siervos de María se consiguieron situar espectaculares pinturas en la cúpula del Santuario, cual si fuera un templo bizantino de los siglos pasados. Poco a poco el Santuario se embellece contando siempre con el amor del orureño por su templo.

La música del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad contagió al Hermano Jairo y se vistió de poncho, montera y ojotas para ser parte del conjunto de los Pujllay.

PADRE BERNARDINO

Y finalmente le llegó el turno del Padre Bernardino Zanella, actual Rector del Santuario quién visionariamente ha creado un Consejo con personalidades de la ciudad para colaborar con el Santuario y anexos, impulsando a la vez un mensuario de ocho páginas a color titulado “El Chiru Chiru”.

Firme en sus decisiones, pero con una humildad increíble, el Padre Bernardino está revalorizando la imagen del Carnaval de Oruro, como una verdadera Peregrinación, respetando las identidades y las expresiones culturales de todos, que desembocan finalmente en el Santuario.

En ese sentido, mantiene las puerta abiertas del Santuario en la festividad de la Anata Andino, y además ha hecho partícipe a mineros, campesinos, bordadores juntas vecinales, medios de comunicación, Fuerzas Armadas y Policía, de la gran Peregrinación de Cirios en la Festividad de la Candelaria y se ha planteado finalmente, recuperar las costumbres originales y de antaño que giraban en torno al Carnaval, que de a poco se iban perdiendo.

Estas personalidades y sacerdotes, si bien no son de esta tierra, empero tienen convicciones probadas, porque hicieron suyas muchas aspiraciones de este pueblo, sobre todo cuidando, preservando y dignificando el hermoso Santuario, de este Santuario que está aquí porque la Virgen quiso consolidarse en Oruro y ella quiso que estas personas se encarguen de su casa y su custodia.

Fuente: LA PATRIA
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