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Sábado 07 de diciembre de 2013

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Evangelio de Tomás el Apóstol

07 dic 2013

Fuente: LA PATRIA

Por: El Alquimista

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Transcribimos una selección de las enseñanzas secretas que entregó Jesús a sus apóstoles y que Tomás consignó por escrito, constituyen parte del “El Evangelio

según Tomás”, (texto copto de Nag Hammadi):

«El que busca no debe dejar de buscar hasta tanto que encuentre. Y cuando encuentre se estremecerá, y tras su estremecimiento se llenará de admiración y reinará sobre el universo».

«Reconoce lo que tienes ante tu vista y se te manifestará lo que te está oculto, pues nada hay escondido que no llegue a ser manifiesto».

«Cuando vayáis a un país cualquiera y caminéis por las regiones, si se os recibe, comed lo que os presenten y curad a los enfermos entre ellos. Pues lo que entra en vuestra boca no os manchará, más lo que sale de vuestra boca, eso sí que os manchará».

«Yo os daré lo que ningún ojo ha visto y ningún oído ha escuchado y ninguna mano ha tocado y en ningún corazón humano ha penetrado».

«Dinos cómo va a ser nuestro fin». Respondió Jesús: «¿Es que habéis descubierto ya el principio para que preguntéis por el fin? Sabed que donde está el principio, allí estará también el fin. Dichoso aquel que se encuentra en el principio: él conocerá el fin y no gustará la muerte».

«Dichoso aquel que ya existía antes de llegar a ser. Si os hacéis mis discípulos y escucháis mis palabras, estas piedras se pondrán a vuestro servicio. Cinco árboles tenéis en el paraíso que ni en verano ni en invierno se mueven y cuyo follaje no cae: quien los conoce no gustará la muerte».

«Instrúyenos acerca del lugar donde moras, pues sentimos la necesidad de indagarlo». Díjoles: «El que tenga oídos, que escuche: en el interior de un hombre de luz hay siempre luz y él ilumina todo el universo; sin su luz reinan las tinieblas».

«Ama a tu hermano como a tu alma; cuídalo como la pupila de tu ojo».

«Yo estuve en medio del mundo y me manifesté a ellos en carne. Los hallé a todos ebrios y no encontré entre ellos uno siquiera con sed. Y mi alma sintió dolor por los hijos de los hombres, porque son ciegos en su corazón y no se percatan de que han venido vacíos al mundo y vacíos intentan otra vez salir de él. Ahora bien: por el momento están ebrios, pero cuando hayan expulsado su vino, entonces se arrepentirán».

«El que la carne haya llegado a ser gracias al espíritu es un prodigio; pero el que el espíritu haya llegado a ser gracias al cuerpo, es prodigio de prodigios. Y yo me maravillo cómo esta gran riqueza ha venido a alojarse en esta pobreza».

«No se cosechan uvas de los zarzales ni se cogen higos de los espinos, pues éstos no dan fruto alguno. Un hombre bueno saca cosas buenas de su tesoro; un hombre malo saca cosas malas del mal tesoro que tiene en su corazón y habla maldades, pues de la abundancia del corazón saca él la maldad».

«Bienaventurados los solitarios y los elegidos: vosotros encontraréis el Reino, ya que de él procedéis y a él tornaréis».

«Si os preguntan: ¿De dónde habéis venido?, decidles: Nosotros procedemos de la luz, del lugar donde la luz tuvo su origen por sí misma; allí estaba afincada y se manifestó en su imagen. Si os preguntan: ¿Quién sois vosotros.?, decid: Somos sus hijos y somos los elegidos del Padre Viviente. Si se os pregunta: ¿Cuál es la señal de vuestro Padre que lleváis en vosotros mismos?, decidles: Es el movimiento y a la vez el reposo».

«¿Es de alguna utilidad la circuncisión o no?» Y él les dijo: «Si para algo valiera, ya les engendraría su padre circuncisos en el seno de sus madres; sin embargo, la verdadera circuncisión en espíritu ha sido de gran utilidad».

«Quien sea conocedor de todo, pero falle en lo tocante a sí mismo, falla en todo».

«Yo soy la luz que está sobre todos ellos. Yo soy el universo: el universo ha surgido de mí y ha llegado hasta mí. Partid un leño y allí estoy yo; levantad una piedra y allí me encontraréis».

«Las imágenes se manifiestan al hombre, y la luz que hay en ellas permanece latente en la imagen de la luz del Padre. Él se manifestará, quedando eclipsada su imagen por su luz».

«Quien bebe de mi boca, vendrá a ser como yo; y yo mismo me convertiré en él, y lo que está oculto le será revelado».

«Arrollados serán los cielos y la tierra en vuestra presencia, mientras que quien vive del Viviente no conocerá muerte; pues Jesús dice: Quien se encuentra a sí mismo, de él no es digno el mundo».

«¿Cuándo va a llegar el Reino?» Dijo Jesús: «No vendrá con expectación. No dirán: ¡Helo aquí! o ¡Helo allá!, sino que el reino del Padre está extendido sobre la tierra y los hombres no lo ven».

Fuente: LA PATRIA
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