Domingo 01 de diciembre de 2013
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Nunca creí que el pueblo, es decir el verdadero pueblo, fuera tan endeble al extremo, de haber perdido la pulseta que tenía con el poderoso sector de los transportistas minibuseros. Al final se salieron con la suya.
Los “vecinos” o mejor dicho los dirigentes vecinales habrían aceptado que los minibuses cobren 1,40 bolivianos, lo que quiere decir 1,50, porque como no hay moneda de 10 centavos el minibusero más ducho y ladino como ninguno se queda con los 1. 50 bolivianos.
Hay antecedentes muy frescos, cuando el pasaje era 1,20 y como no hay monedas de 10 centavos, ellos de 1,50 devolvían cambio de 20 centavos. Por eso no es exageración decir que los minibuseros no corren vuelan.
La Alcaldía emitió una Ordenanza Municipal que no pasó de ser un saludo a la bandera, porque los minibuseros se han reído en la noticia y una vez más quedó demostrado que el principio de autoridad está por los suelos
Después de todo los transportistas demostraron una vez más que sus determinaciones sindicales están por encima, muy por encima de las Ordenanzas Municipales.