Jueves 28 de noviembre de 2013
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El Decreto Supremo 1802 emitido por el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), presidido Evo Morales y aconsejado por su cúpula tecnócrata que hace prevalecer consideraciones técnicas o económicas por encima de los factores humanos y creíbles, está calificada como inflacionaria y política electoralista, cuando Bolivia comienza a vivir la etapa eleccionaria, con un candidato a la reelección, atropellando nuestra Constitución Política de Estado, aunque miembros del Tribunal Constitucional, elegidos en elecciones apañadas, hayan dado visto bueno a los afanes de Morales y su acompañante, García Linera, signado por el membrete de terrorista.
Aquel Decreto cayó bien a trabajadores activos del sector público y privado, porque recibirán un doble aguinaldo, aunque el segundo sea “nominado "Esfuerzo por Bolivia", porque para el Gobierno el país está en "jauja", después de llegar al cuatro punto cinco por ciento (4.5%) del Producto Interno -Bruto (PIB) anual; pero, aquella bonanza económica no llega a casi un millón de niños desnutridos y familias que viven en extrema pobreza.
No hace mucho, el Gobierno, a través del Banco Central de Bolivia, retiró de circulación dos millones de bolivianos porque el mercado estaba saturado de moneda circulante, como medida para frenar el índice de inflación; sin embargo, en contradicción lanza el Decreto para monetizar la economía, abriendo un forado para la elevación notable del nivel de precios con efectos desfavorables para la administración del país, especialmente, para hogares que apenas pueden subsistir en su largo camino de alimentarse, vestirse, educarse y cuidar la salud, porque la inflación comienza a subir.
