Lunes 25 de noviembre de 2013
ver hoy
Recuerdo, hace años, que un periódico publicaba un artículo, con este título: El señor que daba los buenos días. Se trataba de un comentario de unas empleadas del “metro “de Madrid, que cuando se deferían él, decían: el señor que da los buenos días. Sin comentario, pero juzguen quién da hoy los buenos días, habitualmente, o quién contesta a nuestro saludo.
Hoy, leo:” El Papa Francisco ha sabido encontrar el tono positivo para animar a las familias a vivir la fe con alegría y afán de trasmitirla”.
¡”Familia vive la alegría de la fe!, digamos que fue el lema de la fiesta de la familia los días 26 y 27 de octubre. Las familias pasan por dificultades. Aquello que pesa más que todas las cosas, es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no se recibidos Pesan ciertos silencios. A veces, también en las familias, entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor, el esfuerzo se hace más pesado, intolerable.”
El Papa nos dice tres palabras. Permiso, gracias y perdón. Palabras importantes, sencillas, pero de gran importancia para la convivencia en la familia y en la sociedad en general. “¿Pedimos permiso para no se invasivos? ¿Puedo hacer esto o lo otro? ¿Te gusta que haga esto?.