Una interesante relación de obras que se ejecutan y una cadena de ofertas que deberán cumplirse en la siguiente gestión, fueron expresiones del Gobernador departamental anunciando además una inversión ya asegurada de 460 millones de bolivianos.
Así planteada una agenda inmediata de realizaciones y enumeradas las obras y los proyectos, la ciudadanía recobra confianza en la efectividad de una gestión que más allá de las ofertas meramente políticas, hay algunas cosas que avanzan y que en corto tiempo pueden ser realidad.
Claro que para los observadores de las acciones oficiales hay ciertos asuntos que se postergan otros que deberían ser priorizados y sin embargo se los tiene en el congelador pese a que constituyen la parte dinámica del desarrollo departamental, el caso concreto del Puerto Seco, que necesita de un impulso especial desde el Poder Ejecutivo para que con voluntad política se eliminen las trabas que impiden su consolidación.
Se informa públicamente que se trabaja en la difusión del próximo Carnaval de Oruro, parece un tiempo propicio, aunque no se dice cuál es la promoción. Un programa de seguridad ciudadana y de cuidado a la niñez es parte del seguimiento que corresponde a este tipo de acciones que no pueden quedar a medias, como tampoco puede demorarse más el equipamiento del aeropuerto, la dotación de un sistema de control automático de sus puertas y aunque no se quiera, incluir la plaqueta nominativa que corresponde con el nombre de Aeropuerto Internacional Juan Mendoza. Son cosas que hay que concluirlas como el Banco de Sangre y un Centro Oftalmológico. Son promesas que están tomadas en cuenta por la comunidad.
Resulta optimista la posición del Gobernador, al referirse a dos proyectos que son considerados de mucha importancia, como la construcción del Mercado Central y la instalación del sistema de alcantarillado en una primera fase en los barrios periurbanos de la ciudad. Incluir el embovedado del río Tagarete completaría la proyección de servicios conjuntos entre autoridades locales para el beneficio de la población.
Se habla de un financiamiento de 460 millones de bolivianos, para cubrir el costo del paquete de proyectos consignados para el periodo 2013 – 2014, que parece reducido si además se habla de la infraestructura vial, equipamiento del Hospital General, compra de 20 ambulancias y la conclusión de obras en el edificio de Tránsito o la construcción del nuevo albergue “Mi Casa” y hasta un hotel de cinco estrellas.
Lo importante es que se cumplan de manera ordenada y con los estudios del caso cada uno de los proyectos anunciados pero tomando en cuenta la importancia de servicios, utilidad y beneficios para no dilapidar recursos que son lo más importante en el cumplimiento de objetivos.
Hay mucho por hacer, algo se avanza pero de manera lenta, por falta de efectividad gestionaria, por lo tanto es necesario eliminar los factores adversos que están conspirando contra los anhelos orureños. Hay recursos, las ideas están dadas, pero deben afinarse las condiciones más propicias para alcanzar las metas del desarrollo sostenible en el departamento.
Un detalle importante es no perder de vista, la coordinación interinstitucional, pues por lo visto las decisiones de las principales autoridades pueden hacer realidad la consolidación de los proyectos más importantes para Oruro en la ciudad y sus provincias. Está faltando y lo repetimos, voluntad y decisión política gubernamental para eliminar trabas y abrir las puertas del progreso.
Fuente: LA PATRIA
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