A través del Decreto Supremo (D.S.) 1802, aprobado y como se dice oleado y sacramentado, el Presidente Evo Morales dispuso el pago de doble aguinaldo para la Navidad del año presente, disposición que inmediatamente ha sido observada por el sector empresarial, que considera la medida como muy grave
El D.S. en cuestión dispone que el Estado y el sector privado paguen doble aguinaldo a sus trabajadores, cada vez que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca un 4.5 por ciento, cifra que el gobierno espera superar hasta un 6,6 por ciento en la presente gestión.
La disposición sorprendió a la concurrencia que se dio cita al Palacio Quemado y los sindicalistas especialmente vitorearon al Mandatario. La medida dispone que el segundo aguinaldo denominado “esfuerzo por Bolivia” deba pagarse hasta el 31 de diciembre 2013.
El mandatario justificó la teoría del D.S. señalando que “antes se privatizaba la riqueza y se socializaba la pobreza. Nuestra política siempre será socializar la riqueza y reducir la pobreza”, añadiendo que frente a las utilidades del sector empresarial y estatal, el doble aguinaldo es apenas una mínima compensación.
Así se conoció la medida que desató de inmediato reacciones del sector que se siente más afectado, el empresariado privado, que lamentó una medida de este tipo calificándola de “muy grave” por los efectos que causará, además de convertirse en una “mala señal” para las inversiones y la peligrosidad de desatar una inflación imparable.
Dirigentes del empresariado calificaron la medida, lo mismo que los analistas, como estrictamente política, al inicio de la actividad electoralista, lamentaron que se disponga una situación obligatoria cuando ninguna empresa presupuestó en la gestión el pago doble del beneficio de fin de año, situación que alterará severamente su economía administrativa.
Según los observadores económicos hay que tomar en cuenta que existen más de 160 mil empleados públicos que recibirán el doble aguinaldo y lo que se critica es que en ese grupo se incluirán parlamentarios y todos los ejecutivos ministeriales, es decir la gente de gobierno que tiene los mejores salarios del país, en tanto que no sucede lo mismo en el sector privado, pues hay muchas empresas que harán grandes esfuerzos para cubrir un aguinaldo y el segundo puede causar su colapso. Los jubilados se sienten discriminados.
Se dice que el beneficio será sólo para un 30 % de trabajadores que perciben sus salarios regulares, ya que el 70 % de la masa laboral es informal y no tiene obligaciones sociales. Sin embargo se vislumbra, para el total, una situación dramática si se desata una ola inflacionaria que incrementará los precios de los productos de la canasta familiar especialmente y tal situación no podrá ser compensada en el tiempo inmediato, ni siquiera con el doble aguinaldo.
Ya se aprecia la subida de precios en algunos productos y esa situación se acrecentará a fin de año, por el movimiento económico que genera la Navidad y que hace que la gente gaste su aguinaldo, que en este caso será doble, como doble será el daño para la ciudadanía cuando saque cuentas y establezca que el regalito fue la causa para que se distorsione el costo de la canasta familiar y el monto invariable de los salarios.
Como se ve el asunto, la medida social resulta buena políticamente, pero su efecto será altamente negativo si no se controla de inmediato la espiral inflacionaria que puede crear serios desajustes en la economía de las empresas y de rebote directo en los presupuestos familiares.
Fuente: LA PATRIA
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