En realidad sólo se mantiene la designación del Grupo de 77 países que se agruparon en 1964 para fundar la organización regional del sector Sur – Sur del continente y con fines de asumir defensa sobre los intereses económicos y de comercio sub regional, inicialmente, pero con el transcurrir de tiempo los países afiliados suman ahora 133 y se añade China, de ahí que la sigla señala el G-77 + China, que además defienden en conjunto soberanía y dignidad.
Es la segunda vez que nuestro país asume tan importante reto, ya lo hizo en la gestión de 1990. La presente nominación que tendrá efecto durante el año 2014 es producto de la decisión de los miembros del grupo reunidos no hace muchos días atrás en Nueva York y que “reconociendo los avances de la macro economía boliviana y de su lucha social en democracia”, optaron por ceder una vez más la presidencia del G-77 a Bolivia.
Para entender la connotación de la nominación anual hay que saber que el G-77 es la representación de dos tercios de la membrecía de las Naciones Unidas lo mismo decir de la globalidad de Estados en el mundo y eso es bastante.
Un hecho particular en este grupo es que no son reconocidos como afiliados aquellos países considerados como “potencias”, excepto y siempre hay reglas que justifican ciertas decisiones, como las que admiten a la China, la India y en nuestro continente el Brasil pero no ingresarán según otras resoluciones, por ejemplo Estados Unidos, Rusia, países de la Unión Europea, Australia y en el caso latino, México.
Si bien el G-77 podría ostentar una representatividad de lo que también se conoce como el “tercer mundo” o de otro modo los “países en vías de desarrollo o más directamente los subdesarrollados”, no hay explicaciones apropiadas para el marginamiento de Asia, hablar de las dos Coreas, o las economías emergentes de Japón, Singapur y otras. Lo cierto es que el G-77 + China, tiene gran influencia en el concierto internacional.
Ahí radica justamente la importancia de asignar a Bolivia la presidencia de la próxima gestión, como un elemento de orden estratégico para poner en la vitrina internacional a un país como el nuestro que emerge en base a su macro economía y según algunos observadores a la aplicación de políticas de cambio que inclusive son tomadas como ejemplo en otros países de la región.
Lo que viene luego debe ser tarea concertada entre las autoridades nacionales y naturalmente acudiendo a consejos y experiencias de otros gobernantes que son responsables del manejo administrativo de superación, de ascenso en materia socio-económica.
Tiene que haber un equipo de trabajo que asesore las actividades de nuestro Presidente en la misión de conducir al G-77 durante el año venidero para avanzar en las gestiones de reformar el sistema monetario mundial, asegurar el equitativo acceso a los mercados internacionales, establecer tratamiento preferencial para los países menos adelantados, especialmente los que carecen de acceso al mar, nuestro caso y Paraguay en el Cono Sur.
Hay objetivos prioritarios que debe cumplir el G-77, como la erradicación de la pobreza, la deuda externa y el desempleo, situaciones tan afines a los problemas que confrontan nuestro país y otros de la región. Bolivia debe hacer una buena representación en el contexto internacional que dependerá de un buen asesoramiento al Presidente del G-77.
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