Jueves 14 de noviembre de 2013
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Con bastante frecuencia se mancilla la belleza del lenguaje Cervantino hay deformaciones gramaticales intolerables y que se suscitan en todos los ámbitos Hay expresiones redundantes y basta ilógicas, como cuando decimos Subir arriba o bajar abajo, ¿acaso se puede subir abajo o bajar arriba?; lo propio acontece cuando se dice salir afuera o entrar adentro.
Un connotado Magistrado y docente a la vez solía decir: Verbigracia, por ejemplo, cuando precisamente ésta última expresión era suficiente para reemplazar el término verbigracia o viceversa.
Del mismo modo la redundancia cuando se dice "lapso de tiempo", ya que la palabra lapso, siempre se refiere al tiempo; de ninguna manera pretendemos un perfeccionismo idiomático porque tal misión está reservada a experimentados y doctos lingüistas, empero vale la pena superar los defectos é incongruencias gramaticales.
Nadie duda que nuestro idioma, el español, por supuesto es bellísimo y siendo así conviene eliminar toda maleza que puede afearlo, por lo menos en la escuela aprendimos que el artículo determina el género y porqué tenemos que decir: “La Jueza” o lo que es mayormente horrible decir "La Fiscala" cuando al decir la Juez o la Fiscal, se sobreentiende que tales personajes son de género femenino, porque si seguimos admitiendo tales expresiones tendremos que decir "La chofera” que se asemeja a un adefesio gramatical.