Por encima de la simple “sensación de seguridad” que debe irradiar la entidad policial en todo el país, la mayor preocupación ciudadana es precisamente la inseguridad reinante, con mayor incidencia en algunas ciudades pero con presencia delictiva en todas las ciudades, con el resultado de irresponsabilidad de ciertos ciudadanos que incumplen sus deberes formales.
“La seguridad ciudadana tiene un componente objetivo que es la materialización del delito, pero tiene un componente subjetivo que es la sensación de seguridad o inseguridad en la población” según lo explicó la principal autoridad que controla el organismo policial del país, reconociendo además que la Policía tiene la tarea ineludible de bajar la estadística de los delitos y señalando que “los padres de familia, los maestros y los medios de comunicación deben generar condiciones propicias para que se sienta la sensación de seguridad”.
Se vuelve sobre lo ya repetido y es que la Policía tiene la tarea central de ejercer control ciudadano defendiendo la seguridad de las personas y la propiedad privada y pública, pero… se recuerda que la seguridad ciudadana es tarea de todos, haciendo alusión especial a la obligación por ejemplo de los maestros que diariamente deben inculcar en las aulas normas de cuidado personal a los alumnos de modo que estén preparados para eludir y denunciar cualquier actitud peligrosa que se produzca en las calles, demás está decir que también en los barrios los dirigentes vecinales deben coordinar medidas de seguridad en defensa de sus bienes y los vecinos cooperando por otra parte en la implantación de módulos policiales para facilitar la tarea de los guardianes del orden público.
A propósito de ese tema de los módulos policiales, hay que recordar que sólo unos días atrás la autoridad municipal dio cuenta con mucha preocupación que los recintos habilitados para efectivos policiales se encontraban vacíos y que los guardias hacía mucho tiempo que no visitaban esos centros de control vecinal.
Se conoció en acto público la entrega de buen número de movilidades, equipos de computación, de radiocomunicaciones, motocicletas, televisores y otros, que deberían ser redistribuidos en los comandos departamentales para motivar un mayor y mejor trabajo de los guardianes del orden. Desde hace tiempo se da cuenta de la entrega de movilidades y equipos, pero en la práctica sucede que sigue faltando una buena dotación de ese conjunto de implementos para mejorar el trabajo policial y hacer efectiva la seguridad ciudadana.
Hay mucho que hacer en la lucha contra la delincuencia, posiblemente mucho más en las ciudades del eje, pero no menos en la nuestra donde también se registran hechos que atentan contra la vida de las personas, por una serie de factores que se incluyen en los accidentes de tránsito, golpizas, secuestros, ataques y robos en la vía pública, robos en domicilios y negocios, en fin una serie de hechos delincuenciales que tienen que ser erradicados.
Se trata de un problema que mantiene constantemente la incertidumbre de la ciudadanía, especialmente de aquella que vive en barrios periféricos, allí donde la vigilancia policial es sólo parte de esa “sensación de seguridad” que no se siente por la ausencia de elemento uniformado, pese a la existencia de los módulos exigidos.
Posiblemente se requieran más efectivos policiales, más movilidades y más equipos, las ciudades crecen y en esa proporción, también se incrementan los delitos, por lo mismo que este problema está más allá de sólo sensaciones, lo objetivo es contar con más policías, debidamente pertrechados.
Fuente: LA PATRIA
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