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Domingo 03 de noviembre de 2013

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Separata Fundación de Oruro

Teatro Municipal, su demolición un gran error contra la cultura

03 nov 2013

Fuente: LA PATRIA

Por: Patricia Barriga Flores - Periodista

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Una de las infraestructuras que se recuerda con nostalgia por su grandiosa estructura y ornamento es el Teatro Municipal, que estaba ubicado en el terreno que hoy ocupa el Tribunal de Justicia Departamental, calle Ayacucho y La Plata.

Son melancólicos los comentarios que se encuentran en antiguas bibliografías, sobre el Teatro Municipal, pero existen también algunos testimonios que hoy nos permiten conocer sobre esta importante infraestructura de la que no quedaron más que imágenes en la retina de las personas que tuvieron la dicha de observarla, y más aún, de haber vivido experiencias culturales y artísticas recreativas.

La escritora e investigadora, Marlene Durán Zuleta, con la inquietud que la caracteriza, por dejar inmortalizados en el papel pasajes de la historia que va reconstruyendo, en un trabajo minucioso, compartió datos relevantes precisamente del Teatro Municipal.

Durán señala que el año 1893, el vicepresidente del Concejo Municipal, Isaac Flor, informó sobre la intención de construir un teatro, para lo que los trámites de expropiación de la vivienda de Manuel Zaconeta, ya tenían buenos avances.

Se menciona que en 1902 el Concejo Municipal había aprobado la construcción del mentado Teatro, habiendo sido Julio Pinkas quien se comprometió a entregar columnas de fierro destinadas a la construcción de palcos, pero no lo hizo.

Es así que en un informe de Obras Públicas Municipales de 1903, cuando José Víctor Zaconeta era el presidente del Concejo Municipal, se hace referencia a la construcción del Teatro Municipal, de la siguiente forma.

“Hay cierta clase de construcciones civiles que por su naturaleza complicada, no se pueden encomendar a la dirección de profanos que jamás podrán calcular la resistencia de materiales; las tensiones que deben desarrollar; las presiones superiores sobre los fundamentos; las condiciones higiénicas, acústicas y de seguridad; la horizontalidad y gradientes normales de nivel calculado en las distintas secciones de construcción y otros muchos detalles técnicos”.

Tuvo pues que intervenir el notario municipal para labrar dentro de las escrituras públicas la conformidad de los contratistas, señores Máximo Arellano y Pedro Verástegui, comprometiéndose para cumplir y terminar la obra utilizando material noble de la construcción del Teatro y del Mercado Público, y como señal de su noble propósito ambos contratistas aceptaron la multa de 50 bolivianos, y si el Concejo no cumplía las fechas determinadas de pago cancelaría 100 bolivianos.

El teatro fue construido con un costo total de 8 mil bolivianos, para entonces, bastante elevado, atribuido a los materiales, como el cemento romano, el estuco, la pintura al óleo, los adornos y otros.

Una orquesta integrada por distinguidas damitas y jóvenes de los círculos sociales, estrenaron el teatro, siendo el director del grupo musical, Héctor Sanjinés, quien era también director gerente del Banco Nacional.

Considerado como el mejor teatro del país, fue implementado con 150 lámparas incandescentes, y las de arco, más de 34 para el proscenio por un mal cálculo, contaba con una araña que tenía 40 focos, y demandó una inversión de mil bolivianos.

Diversas actividades se realizaron, era un espacio de los orureños, donde podían recrearse, con la belleza del arte, sin embargo, la idea de construir un Complejo Cultural hizo que la Alcaldía Municipal ceda el terreno del Teatro para la construcción del Palacio de Justicia, pues donde éste estaba ubicado se tendría que ejecutar el supuesto complejo que contaría con cine, teatro, sala de conferencias, pinacotecas, bibliotecas y otros, pero no fue así y hoy esa infraestructura es una leyenda.

PALACIO DE JUSTICIA

Marlene Durán nos cuenta que, según escritos, la casa nominada como Palacio de Justicia data desde la época colonial, funcionó como Banco de Rescates y a partir de la fundación de la Cortes Superior de Oruro, este edificio se destinó a las oficinas judiciales.

Por el tiempo y la humedad fue transformado, con un costo de 17.000 bolivianos.

En este edificio estaba instalada la Corte Superior del Distrito, con ambientes cómodos para actos públicos, como un signo de realzar la memoria de dos hijos de Oruro, en una de las paredes del Salón se encontraban los retratos de José María Dalence y Pantalón Dalence. En este mismo piso se hallaban la Fiscalía de Distrito y la Secretaría de Cámara. La planta baja la ocupaban los juzgados.

El ingreso era por la puerta de dos hojas, ubicada en la calle La Plata que mostraba apariencia ser sólo de una planta, por la calle Ayacucho eran dos pisos.

Tenía varios patios, toda la estructura era de piedra con gruesas paredes como se construía antes para que dure cientos de años.

Luego se construyó el edificio que hoy conocemos, en la esquina de la calle Ayacucho y La Plata, un edificio moderno que cuenta con salas para diferentes actos judiciales, además de oficinas, incluso cuenta con carceleta.

Fuente: LA PATRIA
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