Loading...
Invitado


Domingo 03 de noviembre de 2013

Portada Principal
Separata Fundación de Oruro

Imponentes edificios neoclásicos fiel reflejo del gran imperio “Patiño”

03 nov 2013

Fuente: LA PATRIA

Por: Juan Carlos Treviño Meneses - Editor General LA PATRIA

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Ensalzado por algunos y defenestrado por otros, el cochabambino Simón Iturri Patiño, sin duda alguna a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX formó parte fundamental de la oligarquía minera mundial, por casualidades del destino y gracias al hallazgo de una grandiosa y pura veta de estaño en la mina La Salvadora, en el cerro potosino de Llallagua en Potosí, acrecentó su riqueza de forma rauda con la adquisición de otras minas en Siglo XX, Uncía y Catavi, respectivamente.

Patiño con el poder del “metal del diablo”, como también fue conocido el estaño, construyó su imperio con imponentes edificaciones de estilo europeo, importantes para su época al margen de significar un tremendo contraste económico y social con su entorno.

Uno de esos “palacios” que destacó en el Oruro industrial de entonces y que se erige imponente hasta la actualidad, está ubicado en las calles Soria Galvarro, Ayacucho y Cochabamba, conocido ahora como la Casa de la Cultura “Simón I. Patiño”, edificio de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), que acoge exposiciones artístico culturales, hecho físico arquitectónico construido desde 1900 hasta 1903 por arquitectos franceses.

De estilo neoclásico de la época republicana, muy recurrente por entonces, está estructurado en base a dos niveles, la planta baja que posee una hermosa escalera tipo imperial en “T” que conecta al primer piso.

La vistosidad de los espacios internos contrasta con muestras pictóricas importadas de Francia y Alemania, donde Patiño también tenía propiedades, además de obras del pintor Abelino Nogales.

El diseño arquitectónico y constructivo con el que fue edificado, por ese entonces descolló en tecnología de punta, detalles que le dieron un exquisito aire de confort gracias a las ideas de la esposa de Patiño, Doña Albina Rodríguez.

El jefe de Extensión Cultural de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Maclovio Marconi Humérez, explicó que el edificio fue habitado por la familia del denominado “Barón del Estaño” hasta 1912.

Ya en el interior de la ostentosa casona se encuentran distribuidas imponentes salas de estar, de juego, de fiestas, dormitorios, e inclusive una capilla, adornadas con esculturas, en su mayoría patriarcales e instrumentos musicales y una orquesta completa de salón, exclusivos en Bolivia.

Asimismo, posee muebles importados de Europa estilo Luis XV, XVI y XVII sillas bañadas con pan de oro y una magnífica chimenea de marfil (colmillos de elefante), a la usanza de griegos, hebreos y egipcios.

En el recorrido por la infraestructura nos lleva hasta la sala de visitas, espacio interior que cuenta con elegantes elementos decorativos franceses como alfombras y lámparas arañas que cuelgan orgullosas de los cerramientos superiores horizontales.

Lo que sin duda llama la atención es la amplia cocina, que contiene uno de los primeros refrigeradores de la época.

Si nos referimos a la planta baja, donde también funciona la Biblioteca Central de la UTO, destacan las tres carrozas de esta familia llena de opulencia, cada una con distintas funciones de acuerdo a su diseño, para recorrer las calles de Oruro y para viajes al interior del departamento y del país.

En el patio trasero, se encuentra la caballeriza, cuyas cuadras consignan el Archivo Administrativo de la Universidad Técnica de Oruro.

Otra propiedad de los Patiño, es el edificio que actualmente acoge a la Carrera de Ciencias de la Comunicación Social, ubicado en las calles Soria Galvarro, Adolfo Mier y Bolívar.

También del estilo neoclásico manierista, por la serie de elementos arquitectónicos como columnas grecorromanas, como los detalles que posee la Casa de la Cultura “Simón I. Patiño”, construida a la par en 1900, esta ostentosa casona está estructurada en base a tres plantas que terminan con una esbelta cúpula que antes de la llevar las siglas de la Universidad Técnica de Oruro, tenían las de la esposa del “Barón del Estaño”, Doña Albina Rodríguez.

En definitiva, el denominado casco viejo de la ciudad vio nacer a inicios del siglo pasado el imperio “Patiño”, majestuoso y ostentoso, que reflejaba la inmensa fortuna de este cochabambino hijo de Eugenio Iturri (de ahí proviene la inicial “I” que adoptó en su nombre) y de María Patiño, que de un simple empleado de la firma alemana Hermann Fricke y Cía., rescatadora y exportadora de minerales, se transformó en uno de los hombres más ricos del planeta.

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: